“A propósito de Elly”: La autenticidad y la transparencia del cine iraní

Con retraso, he podido ver “A propósito de Elly” y volver a comprobar que el buen cine no entiende de presupuestos sino de talento y sensibilidad. Y esas cualidades principalmente en lo que atañe al arte de la escritura del guión y de la interpretación. También me he reafirmado en la alta calidad del cine iraní, y en la riqueza de los personajes sobre los que construyen sus historias. Sus argumentos son simples y mínimos, pero siempre respiran altas dosis de humanidad, de delicadeza, de hondura… rasgos que caracterizan a esta escuela cinematográfica y parece que también a sus gentes. Porque en los rostros de sus actores se adivinan sencillez, nobleza, franqueza, amor a la verdad. Quizá por eso, saben acercarse a la realidad con respeto, sin deformarla y sin representarla, como algo fresco y espontáneo, verdadero y no sólo verosímil.

Esas y muchas otras cualidades he encontrado en “A propósito de Elly”, razón por la que he querido recomendarla al espectador que huya de “Noche y día”. En la iraní, Asghar Farhadi lleva su cámara a una casa a la orilla del mar, donde reúne a tres matrimonios jóvenes con sus hijos pequeños. Les acompaña un amigo venido desde Alemania y también Elly, una joven soltera y maestra del hijo de Sepideh, que es quien la ha invitado haciendo un poco de celestina. Asistimos durante la primera media hora a un ambiente cordial y alegre, con juegos y bromas entre todos los allí reunidos. Llama la atención el buen humor, la frescura y la sinceridad de todos ellos, lo mismo que la capacidad de la cámara para crear un ambiente natural y espontáneo o para generar espacios al seguir a los personajes por las estancias de la casa. Perfecta planificación y tratamiento de la imagen para recoger unos rostros y unas vidas auténticas, muy bien interpretados por todos los actores aunque destaquemos a Golshifteh Farahani en el papel de Sepideh.

Pero de pronto todo parece venirse abajo y la tragedia llama a la puerta: uno de los niños está a punto de morir ahogado mientras se bañaba en el mar… y Elly –que se ha quedado vigilándole desde la orilla– desaparece sin que nadie sepa lo que ha sucedido, si ha regresado a su casa sin decir nada o si intentó salvar al niño y murió entre el oleaje. Suspense, drama e intriga… sin que se pierda un ápice de la veracidad de lo que se nos ha venido contando. La trama se complica, entre búsquedas e indagaciones, llamadas a la madre de Elly o a su novio… y el guión coge cuerpo con subtramas muy interesantes donde se cuestiona la estabilidad de algunas de esas parejas, o donde la mentira gana terreno al intentar encubrir lo sucedido en la playa o el honor de Elly –por haber accedido a pasar un fin de semana fuera, estando ya comprometida–.

La trasparencia inicial de unas imágenes con aire documental ha dejado paso a la construcción de una ficción conflictiva –a la mentira–, en una muestra ejemplar de lo que el cine puede ser al acercarse a la realidad. Los rostros felices y sonrientes ceden cuando el peso de la culpa aparece en sus vidas, para lanzarse reproches por comentarios o actitudes que poco antes habían pasado como inocuas o inocentes (espléndida la secuencia en que unos y otros repasan su actuar, pensando si Elly se habrá ido de casa por alguna ofensa suya… al modo en que hiciera Manckiewicz en “Carta a tres esposas”). Al final, siempre la verdad es más fácil de sostener y termina imponiéndose (en la trama como en el mundo del cine), y por eso las películas iraníes triunfan… si no en la cartelera, sí en los festivales. Prueba de ello es el Oso de Plata que su director recibió con todo merecimiento en la Berlinale de 2009.

Click here to view the embedded video.

En las imágenes: Fotogramas de “A propósito de Elly” – Copyright © 2009 Asghar Farhadi Productions. Distribuida en España por Golem. Todos los derechos reservados.

• “El corredor nocturno”: La mala conciencia
• “Psicosis”: Cincuenta años con Hitchcock y con sus pantanos interiores
• “The road (La carretera)”: Sobrevivir con el fuego interior
• “Los condenados”: Desenterrando el pasado, la culpa y al muerto viviente
• “Amazing Grace”: Una lección ética para los políticos de hoy