Foto: ABI
Hace una semana atrás, Evo Morales intervenía ante la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), en Viena, con la misión de despenalizar el masticado de la hoja de coca. Amén de su puñado de hojas, se llevó una muestra de productos elaborados a partir de las mismas: pastillas, mates, tónicos, incluso una bebida energética conocida como Coca Colla. Sin duda, toda esta parafernalia de marketing cayó muy simpática a los europeos. A continuación, fiel a su estilo, se despachó un discurso exponiendo las maravillas de tan singular planta: hoja sagrada, milenaria, nutritiva, remedio milagroso contra mil males y otros tópicos que manejan de memoria sus defensores.Al mismo tiempo, en las ciudades principales del país, las autoridades y simpatizantes organizaron sendos mitines políticos para acullicar o coquear masivamente, y mostrar al mundo que esta práctica es patrimonio cultural boliviano. Seguramente muchos extranjeros ingenuos o despistados, al ver las imágenes, se hicieron a la idea de que nos alimentamos con hojas. Gotas insignificantes como somos en el inmenso océano del quehacer internacional, solo generamos ruido con noticias curiosas o extravagantes. Todos los bolivianos, en mayor o menor medida, toleramos la práctica del acullico y el uso ritual de la coca. Pero sostener que es una costumbre de toda la población es una falacia. Ciertamente, nadie puede negar que no haya tomado un mate de coca para contrarrestar los efectos de la altura o como excelente remedio para males estomacales. Pero el masticado de la misma, sólo se justifica para ciertos sectores de la población, lo demás es puro esnobismo. Para hacer frente a las duras faenas, es normal que la usen los mineros, los campesinos, los taxistas y conductores de autobús que trabajan de noche, y hasta algunos universitarios que se amanecen estudiando. Naturalmente, si se ha demostrado que tiene un efecto inhibidor de la fatiga y el sueño, además de estimulante. Ahora bien, también existe cierto círculo de intelectuales que creen que por masticarla están próximos a una experiencia mística o se involucran con la cultura andina. Solo faltaría que los futbolistas se pongan también a acullicar aludiendo pretextos culturales.Por otro lado, especialmente en la región occidental, la coca es base de espiritualidad, una seña de identidad de la vida comunitaria, y como tal es frecuente que como gesto de amistad y reciprocidad se obsequie puñados de la hoja. En los descansos de las labores agrícolas, los campesinos comparten sus penas y alegrías al ritmo del acullico. En las minas, sucede cosa parecida, como dice una tonada popular: “los mineros de Bolivia/ todos trabajan /con su coca y su cigarro/ en los oscuros socavones”. País enigmático, colmada de rituales ésta multicultural Bolivia, pero desde el sentido común, siempre respetables.Sin embargo, hay algo que al resto de la población nos chirría, y nos preocupa sobremanera. Es frecuente que, Morales y sus cortesanos defiendan a ultranza que la hoja es supremamente nutritiva, amparados en un estudio anacrónico y poco fiable de Harvard de 1975, donde se sostiene que es tan alimenticia como la leche o la soya. Increíble, ¿dónde se ha visto una sola planta cuyas hojas son más nutritivas que la quinua, el maíz, el amaranto y otros cultivos andinos? Me he quemado las pestañas, buscando investigaciones recientes que respalden esos supuestos beneficios y no he encontrado uno solo. Incluso alguna periodista aventuró que “la diferencia alimentaria entre un campesino africano y uno andino es la hoja de coca”, afirmación por demás absurda cuando es evidente que nuestros campesinos están tan mal alimentados, situación que se agrava por aquello que dicen algunos médicos, de que la coca, al inhibir el hambre, induce a la desnutrición. Pero lo más terrible de este asunto, es que se ha pensado utilizarla en el desayuno escolar de nuestros niños, añadiéndola en panes y galletas (idea del canciller Choquehuanca). Iniciativa por demás peligrosa si consideramos que la coca tiene 14 alcaloides, entre ellas la cocaína, y de acuerdo a varios especialistas, la hoja convertida en harina es potencialmente nociva para la salud.Cuando el discurso se cae por su propio pesoEl mundo exterior se preguntará, hasta le cobrará simpatía cuando ve a Morales defendiendo afanoso su hoja ancestral, pero lo que muchos no saben es que en Bolivia existen dos tipos de coca: una tradicional, reconocida por la ley y que se produce en la región de los Yungas de La Paz, y la otra no apta para el consumo humano, cultivada en la región del Chapare del trópico de Cochabamba, a partir de la década de los ochenta y que está al margen de la ley. La población boliviana sabe, desde siempre, que la coca yungueña es suficiente para satisfacer la demanda del consumo tradicional, y además es vox populi también que, la coca chapareña no la mastican ni sus propios cultivadores: "Cuando vamos al Chapare llevamos la hoja de coca yungueña y los compañeros que viven en esta región nos piden que les regalemos porque es mucho mejor que la coca del Chapare, que no es apta para el acullico, porque cuando la masticas te hace daño la boca", en palabras de un dirigente cocalero. No hace falta adivinar a dónde va el 93,5 % de la coca del Chapare, como sostienen estudios recientes de la ONUDD, a pesar de que el Gobierno se empeñe cínicamente en desmentir tales datos. Toda la bolivianidad sabe que el trópico cochabambino es la zona roja del narcotráfico y bastión político de Evo Morales, que a pesar de ser presidente, sigue fungiendo como dirigente máximo de los cocaleros de la región. El Chapare es un estado dentro del estado, los sindicatos deciden la política antinarcóticos: ante su presión, se expulsó a la DEA del país. Y ellos se comprometieron a efectuar el control de los cultivos excedentarios, en una suerte de juego de ratones que juran que van a cuidar el queso. He ahí la razón de que los indígenas se opongan tajantemente a la construcción de la carretera del Tipnis, porque temen con justa certeza que los colonos avasallen su territorio para seguir aumentado los cultivos de la hoja. De hecho ya se han descubierto cocales dentro el parque. Si reparan en el gráfico inferior, especialmente en las barras de color rojo, podrán tener una idea más clara, al comparar ambas zonas productoras.Fuente: ONUDD
Únicamente los ingenuos se creerían que el Gobierno lucha efectivamente contra la coca ilegal. El narcotráfico se ha apoderado de gran parte de la economía nacional. Y lo que es más grave aún, el negocio ilícito ha penetrado las altas esferas del poder: en menos de un lustro, fueron detenidos tres alcaldes por traficar con droga, todos del partido gubernamental. Apresadas también, las hermanas de una prominente dirigente cocalera, que no obstante de ser pilladas con centenares de kilos, al poco tiempo salieron libres y se fugaron. Recordarán que Morales fue entronizado en Tiahuanaco a la vieja usanza de los monarcas andinos, meses después, el amauta (sabio) que lo consagró fue aprehendido con 250 kilos de cocaína. Pero la guinda del pastel fue el caso de un general de policía, nombrado zar antidrogas y además asesor del Ministerio de Gobierno que fue detenido en Panamá por exportar droga en contenedores a través de Chile y que ahora purga una condena en EEUU. Curiosamente, el ministro del sector no se dio por enterado, teniendo todo un aparato de inteligencia. Todos estos casos, no son más que muestras fehacientes de cómo la administración de Morales se ha visto desbordada por el flagelo del narcotráfico. Y ojalá se encarcelara a todos estos personajes, la ley 1008 es muy severa al respecto, pero no, la mayoría de los acusados son liberados con medidas cautelares al poco tiempo y de paso se esfuman, a pesar de ser pillados con las manos en la masa, como se dice vulgarmente.Si Evo Morales fuera coherente y no usara el doble discurso y se comprometiera ante la comunidad internacional a erradicar de plano toda la coca del Chapare, entonces sería otro cantar y tendría moral legítima para exigir respeto a su hoja sagrada. La realidad es otra cosa. El presidente es prisionero de sus bases cocaleras y de sus propias contradicciones. Entretanto, debe de ser motivo de orgullo que el resto del planeta nos señale como paraíso de la droga.Más información: -Experto: "Narcos" prefieren coca del Chapare por alto contenido de alcaloides (diario Opinión)
-EL 93,5% de coca del Chapare no pasa por el mercado legal (La Razón)
-Desmienten valor nutricional de la coca (Los Tiempos)-Cae el amauta de Morales con 250 kilos de cocaína (El Deber)
-Ex jefe antidrogas de Bolivia es detenido en Panamá y llevado a Estados Unidos (informador.com.mx)
-General Sanabria prometió sacar 2.5 toneladas de cocaína a EEUU (El Diario)
-Caso Sanabria aniquila Inteligencia antidrogas(Los Tiempos)
-Buscan a alcalde de Villa Rivero, sentenciado por narco (Página Siete)-A la cárcel un 'narco alcalde' del MAS de Calamarca (El Día)-Un tercer alcalde del MAS es vinculado con el narcotráfico (Página Siete)
-Narcotráfico: arranca juicio contra las hermanas Terán (Los Tiempos)
-ONU: Aprobar el acullico sería 'menoscabar' leyes (El Dia)