Revista Diario
A punto de estallar...
Publicado el 26 noviembre 2010 por SanchezSí, a punto de estallar, así es como estoy.
A lo largo de la vida todos tenemos preocupaciones y alegrías, aunque haya momentos en los que las primeras aparecen todas juntas y las segundas, desaparecen como si hubieran sido simplemente un número de magia.
Pero no, este no es el caso. Es un momento tranquilo, relajado, incluso alegre, pero claro no vivimos en ningún planeta extraterrestre así que en cuanto ves, oyes y te lo piensas, todo cambia como si te sumergieras en un mal sueño que, por desgracia, se repite día tras día.
Primero una alegría que no lo es tanto por cómo se realizó, no por el resultado. El Premio Cervantes para Ana María Matute. Sí, es genial y bien merecido, cierto, pero me revuelve que digan tan alegres que tuvo lugar en la sexta votación y no en la primera, como debería de haber sido. ¿En qué pensaban (si es que lo hacían)? ¿Cuáles eran esas dudas tan «intelectualmente incorrectas» que les llevaban a no tenerlo claro desde el inicio?
Claro que eso ya venía después de comprobar como hoy (ayer a estas horas) en las encuestas que daban a conocer de la juventud, y no tan jóvenes, la forma de pensar de los chicos no sólo no ha cambiado sobre la idea de igualdad, sino que no a evolucionado en absoluto en muchos aspectos, llegando a responder cosas como: «si estoy en pareja tengo el derecho a tener relaciones sexuales cuando quiera aunque ella diga no». O que las chicas piensen que «su pareja está en su derecho de prohibirles que se pongan determinada ropa de vestir, a salir con sus amigas…». Parece increíble comprobar como las noticias constantes sobre maltrato y los asesinatos de mujeres, las campañas televisivas y el acceso a tantos canales de información como Internet, no estén sirviendo para nada. Realmente parece más una vuelta a la involución que un avance hacia el cambio y el progreso del ser humano.
Y para colmo, uno se acuesta viendo como la vida política es una mierda donde unos tiran los trastos a los otros sin importar ni la situación del país, ni la de sus habitantes, sino al contrario, son simples carroñeros a los que sólo les preocupa ganar en las urnas y el poder, además del dinero, para hacer lo que les venga en gana. Y a los demás, que nos den.
Aunque si seguimos con las guerras, los enfrentamientos sin sentido salvo para los gilipoyas que los provocan, el cólera, el hambre, las catástrofes...
En resumen, que al final da asco y sientes que vas a estallar de una vez.