Posted: 04 Apr 2018 03:16 AM PDTDecía Mafalda que “la vida moderna es más moderna que vida”. Detrás de esta reflexión, nos encontramos a veces con una sociedad desorientada en la brújula de los valores y los principios éticos. El autor Juan Lucas Onieva nos ayuda a volver a encontrar el norte de lo verdaderamente importante en la vida y fomentar la convivencia entre personas, y ha publicado el libro “EL CONVIVENCIARIO. Cuentos con valor” para ofrecernos herramientas, sencillas y eficaces, para educar a los niños en valores y re-educarnos a los adultos.
En esta entrevista, realizada por Bibiana Ripol, nos recuerda que el mundo sería un lugar mucho mejor entre personas agradecidas, bondadosas y optimistas. Y eso es una decisión personal…
Todos hemos oído, en alguna ocasión, decir que los valores se están perdiendo, ¿es eso cierto?
La sociedad actual, con todos sus hábitos, formas de entretenimiento y valores va cambiando cada poco tiempo, lo cual afecta a cómo vivimos y cómo nos educamos. En muchos casos podemos ver cómo entre las personas se promueven ideas y pensamientos que fomentan actitudes y comportamientos que poco o nada nos ayudan a ser personas con principios morales o éticos, capaces de convivir con los demás de forma saludable y pacífica.Por ello, la educación en valores es una labor importantísima que debe comenzar en el seno familiar y continuar en la escuela. En muchas ocasiones, la falta de tiempo o de medios dificultan a padres y docentes la adecuada enseñanza de valores en el seno de cada familia y en las aulas, por lo que es esencial disponer de recursos, como este libro, con el que ayudarse.
¿Cuál ha sido el camino que le ha llevado a escribir El Convivenciario?
Después del éxito de El diario de la convivencia en clase, que ya va por su segunda edición, con el objetivo de seguir fomentando y mejorando la convivencia en las aulas y los hogares, me propuse realizar otro libro pero con un formato diferente.Seleccioné un total de 25 valores, y acompañé cada uno de ellos por otros tantos cuentos, ilustraciones y preguntas reflexivas. Desde hace tiempo, maestras y madres en mayor medida, me comentan de la necesidad de recursos o libros prácticos con los que trabajar los valores y las emociones, así que me propuse elaborar este libro durante los últimos dos años. En él han colaborado 23 ilustradoras e ilustradores de diferentes nacionalidades creando cada uno de ellos dibujos que aparecen en él, con estilos muy diferentes a la vez que divertidos.
¿Cree que la sociedad actual dificulta la transmisión de los valores?
Vivimos en una sociedad en la que desde muchos hogares se fomenta que los jóvenes compitan con otros para lograr sus objetivos, o bien se les exige ser los mejores en algún deporte o disciplina, haciendo que se sientan superados por esta presión durante años, cuando en el día a día, ya de adultos, se obtienen mejores resultados cuando se ha aprendido a trabajar en equipo o se han desarrollado en estos jóvenes actitudes y comportamientos relacionados con la bondad, el ser agradecidos, el ayudar a otros, ser compasivos o saber escuchar.Cada vez oigo más a menudo a estudiantes de secundaria y universidad utilizar la palabra “fracaso” cuando hacen referencia a sus temores e inquietudes. Y uno, que ya ha vivido algunos años más que ellos, les pregunto: ¿y qué de malo hay en equivocarse, en cometer errores, o en no cumplir las expectativas de los demás?
También es cierto que muchos padres y maestros están realizando un gran esfuerzo por inculcar en los niños y jóvenes principios a través de los cuales puedan regir sus vidas, en el presente y el futuro, de forma satisfactoria. Por todo ello, considero muy importante que las familias dediquen un tiempo para, todos juntos en casa, conversar sobre sus creencias y valores, y de cómo resolver situaciones cotidianas con la actitud adecuada. A pesar de los grandes y rápidos cambios tecnológicos, económicos y laborales que sufrimos desde hace pocas décadas, los seres humanos seguimos siendo eso, seres humanos, con los mismos temores, sueños y aspiraciones, y sobre todo con el tremendo deseo y necesidad de ser comprendidos, aceptados y amados por los demás.
El libro está dirigido a los jóvenes ¿Es fundamental transmitir los valores a una edad temprana?
Los valores, las creencias y los comportamientos son aprendidos por nuestros niños y niñas desde una edad muy temprana y debemos seguir persistiendo en dicha enseñanza y aprendizaje durante la adolescencia. Esta adquisición de principios y valores no solo nos ayudan a saber lo que está bien o mal, sino a evaluar las diferentes opciones que tenemos en nuestro día a día, reconociendo así las ventajas y desventajas de nuestro comportamiento al convivir con otras personas.Por ello, es esencial que desde muy jovencitos ir ayudando a nuestros hijos y estudiantes a analizar cuáles son sus valores, cómo los pueden poner en práctica a diario. Aunque, el hecho de que los hijos conozcan y respeten en casa los valores de su familia no garantiza que los vayan a copiar o hacer suyos de adultos, pero pueden servirles como base para conformar su propia conducta.
¿Por qué sugiere leer los cuentos en compañía de los padres o de los maestros?
La lectura de un libro o un cuento puede ser una experiencia muy relajante y placentera en soledad, pero con la recomendación que hago en el libro de hacerlo en compañía es porque creo que para desarrollar valores es esencial compartirlos con los demás, expresándolos en conversaciones. Y de qué mejor manera que comenzando con un cuento, respondiendo a preguntas que nos hagan pensar sobre nosotros o nuestras actitudes, o bien realizando algunas de las actividades prácticas y lúdicas que se proponen con cada valor.Aunque el libro ordena los valores por orden alfabético ¿se puede afirmar que el primer valor «Agradecido» es uno de los más importantes?
Para mí, la bondad es uno de los valores más destacados, seguidos por el de ser agradecidos. Agradecerle a los demás lo que hacen por ti es un acto de humildad, de respeto, con el que haces saber a la otra persona que valoras su trabajo o aportación. No me refiero a decir simplemente «gracias». Se trata de mirarle a los ojos y decirle además por qué le estás tan agradecido.Solemos vivir muy estresados, corriendo de un lugar a otro, y nos estamos desacostumbrando a pararnos un momento para simplemente dar las gracias a quienes nos rodean, con la calma y la sinceridad necesarias. Cuando vivía en Puerto Rico me llamó mucho la atención que las personas no solo te dieran las gracias, sino que acompañaban esta palabra por la frase «que tenga un buen día». Ser agradecidos además de ser un valor muy importante, logramos motivar a los demás para que mejoren en su día a día.
Explicar cada valor a través de un cuento ¿es una forma de atraer la atención hacia el mensaje que contienen?
Los cuentos, breves y sencillos, están dotados de un aroma de diversión a la vez que pueden servirnos para aprender sobre situaciones muy concretas en las que ciertos personajes se encuentran con problemas, y que tratan de superar de la mejor manera posible. Como apasionado de los álbumes ilustrados y los relatos breves, he tratado de aunar ambas ideas en este libro, creando un total de veinticinco pequeñas historias acompañadas cada una de ellas por una ilustración.El Convivenciario no se limita únicamente a explicar 25 cuentos, sino que cada historia nos propone unos ejercicios.
Con este libro pretendo no solo que los niños y adultos disfruten con la lectura de los cuentos y las sugerentes ilustraciones, sino que también reflexionen sobre lo que nos ofrecen.La comunicación en la familia es muy importante al igual que en el aula, de manera que para facilitarla decidí acompañar cada valor y cuento por una serie de preguntas y actividades con las que reflexionar y preguntarse: “cómo puedo ser más” asertivo, optimista o leal. Con dichas cuestiones o ejercicios que propongo, a veces relacionados con el cuento y otras con la vida del lector, pretendo que saquemos un poco de tiempo para compartir ideas, pensamientos y emociones con los demás. De esta manera podremos aprender no solo de nosotros mismos sino también de quienes nos rodean, conociendo, por ejemplo, cómo desarrollan en su día a día ciertos valores, o cómo los aprendieron.
¿Afectan las redes sociales a la transmisión de los valores?
El uso que hacemos de las redes sociales está influyendo de manera significativa en la forma en que nos comunicamos. Gracias a ellas, por ejemplo, podemos contactar de forma inmediata con cualquier familiar o amigo por audio o vídeo, sin importar en qué lugar del mundo se encuentre.Lo preocupante es cuando las redes sociales se utilizan de forma inadecuada, mermando o entorpeciendo la relación con nuestras amistades e incluso entre los miembros de una familia. Estos casos se producen cuando, por ejemplo, pasamos más tiempo delante de una pantalla que conversando cara a cara con tu amigo o madre. O al permitir que sean las aplicaciones de la tableta o móvil el vehículo de comunicación principal con nuestra familia. Y si llegasen a afectar a las relaciones con nuestros familiares y amigos, es muy probable que influya en la concepción que tenemos de los demás, de nuestros valores y de la vida.
¿Comparte mi sensación de que a los adultos no nos iría mal leer el libro?
Totalmente. Este libro no solo pretende ser un recurso educativo con el que fomentar valores en los niños y jóvenes, sino también en los adultos que comparten con ellos ese tiempo de lectura y reflexión. No solo durante la infancia aprendemos valores, sino que durante toda nuestra vida podemos seguir mejorando en muchos de ellos, o adquiriendo otros nuevos. Por ello, dominar o poseer gran cantidad de valores nos ayudan a sentirnos bien con nosotros mismos, además a ayudar a quienes nos rodean a estar a gusto a nuestro lado, y a que los demás quieran compartir y disfrutar de su vida con nosotros.¿A quién no le apetece estar al lado de alguien que es bondadoso, leal, sincero, respetuoso, optimista y agradecido? Pues ese es el objetivo de este libro, el de ayudarnos a cultivar en nosotros estos y otros muchos valores de forma lúdica y reflexiva.