"A ti amiga; amigo lector. Que con amabilidad y paciencia te dejas sumergir en el recóndito averno de mis pesadillas que a veces horrorizan y escandalizan tu apacible vivir; permíteme agradecerte por ser ese lucero de cordura en este mar oscuro que bulle con vida propia en mi mente y eres capaz de interpretar—con tu indulgencia— entre mis perturbadores escritos, que existe un atisbo de lucidez en éstos. Que hay una chispa de cordura en mis narraciones tétricas; perturbadoras y siniestras. A veces infernales que brotan sin control del enmarañado laberinto de mi imaginación alucinante e irreverente, y consientes que te narre historias que sirven para drenar la procesión de espantos y seres inimaginables que allí se cobijan; como larvas y otras alimañas en una arcana e íngrima tumba contorsionándose, haciendo un supremo esfuerzo se arrastran desplazándose a ciegas y buscando la salida. Se abren paso entra la tierra profana y la osamenta mancillada de un cadáver sin nombre rompiendo la descompuesta madera que lo contiene, hasta lograr evadir su aterrador confinamiento convirtiéndose en una historia; algo parecido —quizás— a un cuento o novela que plasmo en el lienzo digital ante tus ojos, y me hace sentir que no he perdido la razón..."
Muchas gracias por hacerme creer que hay una chispa de creatividad en mí. Muchas gracias por tomarte la molestia de leerme. Muchas gracias por seguirme e indicar que te agrada mi intento de llegar a ser escritor, algún día…