A ti mamá, por tu lucha incansable.

Gracias a Dios estoy felizmente casada y tengo dos maravillosos niños que son el centro de mi vida. He querido que tengan todo el amor y respeto que puede y debe de haber en una familia. Por circunstancias de la vida y en gran parte de mi niñez, no tuve esto. Para mí no es fácil reconocer o mejor dicho, recordar, que no tuve una infancia fácil y que por ella, aprendí muy deprisa y a la vez perdí muchas cosas. Creo que eso me ha hecho ser, la persona que ahora soy, con mis virtudes y defectos.

A mi querida madre, no le puedo reprochar nada en esta vida, porque para mí es la mejor madre que una hija pueda desear. Mujer valiente y esforzada, trabajada, dedicada en cuerpo y alma de sus siete hijos. Mujer y madre sufridora, tenaz como ninguna!!

¡¡Mamá cuánto te tengo que amar y valorar!! Me has demostrado ser la mejor madre del mundo. Lo distes todo por tus hijos, sin tener temor, por lo que te podía pasar. ¡¡Cuánto has sufrido mamá, cuánto has llorado, cuánto has querido, cuánto has dado, cuánto has perdido… esto yo no me lo podía callar!!

Mamá recuerdo que en aquellos tiempos, aprendimos con quién podíamos contar. Te vistes sola, sin apenas a quién acudir, pero a ti eso no te paró, seguistes en tu lucha, para buscarnos una vida mejor.

Mamá quiero gritar a los cuatro vientos, que estoy muy orgullosa de ti, que te quiero con toda mi alma y iría hasta el fin del mundo por ti.