Revista Literatura
A tí, que me odias hasta en el puñetero face...
Publicado el 06 julio 2013 por JonhanMozart Klarinetten Konzert Kv.622-2, Karl Bohm, Prinz
Están floreciendo los tilos de mi parque y pronto empezarán a perfumar el atardecer. Huelen como a limón y anís estrellado. Si sigues siendo el mismo niño que conocí dirás: «¡qué chorrrada, huele a planta!». Supongo que aún no sabes que con el tiempo crecen los pelos de la nariz y ¡eso tiene sus ventajas! Los sábados en la mañana los disfruto de verdad. Pongo música clásica al volumen máximo, tanto que el portátil da saltitos y todo. Seguro que también son cosas de la edad porque me gustaba "la Joplin" incluso antes de que nos conociéramos pero ahora Mozart me calma más. Y mientras lo escucho, riego las flores de mi ventana, las limpio, recojo las semillas y respiro. Sí ¡corazón! me he dado a la "jardinada" para inventarme palabras y olvidar que no olvido. Tengo violas de colores (flores contra la crisis) que se resisten a morir con el calor del verano. ¿Sabías que se pueden comer? Yo no te lo recomiendo porque saben mal, como a polvo de ajo amargo pero si te haces una ensalada quedan preciosas en la foto. Hay mayoría de "marujas" paseando al perro que pasan por debajo de la ventana y me miran de reojo. Entonces yo las miro fijamente con mi tirante caído y agachan la cabeza escuchando la música que traspasa las ramas de los árboles. Sabrás que ya no paseo al perro, porque decidí que ya no quería más abandonos cuando Charly se murió, pero cuando veo cachorrillos por ahí ¡me entra una cosa! Un chavalín con cara de "siempre me toca los sábados" ha pasado con su perro justo cuando de mi ventana salían los aplausos del concierto, el pobre se ha asustado, y al levantar la cabeza se ha puesto colorado... ¡Bendita adolescencia! (Si pasas por aquí puedes darle al me gusta, aunque no escribas nada, porque yo no te odio)