Imagen robada de Google
Un último
soplo; como una espina,
un susurro
de una voz intranquila,
un alma; una
muerte.
Una mujer
que en mis sueños anida.
Un vaso
lleno penas, de errores,
miles de sinsabores.
un último beso
no dado,
una palabra
tornada en silencio.
Callar no es
la solución cuando se habla de amor.
Mi mente
perdida entre tus recuerdos
busca,
rebusca…
no lo
entiendo.
¿Te
marchaste?
¿O el qué se
fue, fui yo?
Intento ahogar
tus penas en las mías,
intento
plasmar sobre un papel
tus últimas alegrías,
y este bolígrafo
no pinta.
Mi almohada
me da la espalda
porque te
fuiste para siempre sin que te pidiese perdón.
Unas flores
en tu tumba
ahora no
sirven de nada.
Y una foto
desgastada entre mis dedos y mis lágrimas
es lo único
que queda
del amor que
profesaba.