A veces…

Publicado el 28 febrero 2014 por Marga @MdCala


A veces no hay por dónde coger el día, empeñado desde el amanecer en apropiarse del disfraz de aguafiestas, que luego -cínico- te presta y ya tú te quedas tan conforme… Y así, sin darte apenas cuenta, te conviertes en el artífice de tu propio desatino: dices la palabra que hasta a ti te escuece, prometes lo que sabes que no puedes cumplir, afirmas algo que dudaría el más crédulo, presumes de lo que te falta, te jactas de lo que en realidad desconoces, y abofeteas sin piedad a quien dices querer. Decir no es querer. Decir es tan solo decir.
Y otras veces, pasan altruistas los minutos, las horas y los tiempos, y de repente vuelves a ver con claridad, y el sol te guiña un ojo para recordarte que sigues vivo, que puedes volver a apostar por ti y por el otro, que las palabras te susurran para que las dibujes balsámicas, que las promesas se hicieron para mantenerlas; las afirmaciones pueden ser un credo, presumir nunca debería rimar con sufrir, y que únicamente habrías de jactarte de ser una buena persona, a la que poder recordar con amor. Y decir vuelve a ser querer. Y querer siempre fue tu poder…