A veces la solución es más simple de lo que nos imaginamos‏...

Publicado el 03 junio 2010 por Hada

29 grados en el exterior. 37, 7 en mi cuerpecillo serrano. Los primeros calores del próximo verano me han regalado -como no podía ser menos- un buen gripazo. ¡Qué asquito me provoca esta época del año! Todo son sudores, ropas ajadas, temperaturas infernales, chanclas con dedos ajenos a la vista...Todo un asquito, sí señor. Y encima, yo y mis comeduras de coco...

Porque mi cabeza no cesa quieta ni cuando duermo. Anoche, por ejemplo, vi "Avatar" (un 15 a nivel de efectos, diseño y técnica y un 6, cortito, por su guión que no me enseñó nada nuevo y me pareció un batido de escenas y situaciones de otras pelis, desde "Apocalipsis Now" hasta "Resident Evil") y entre el film y mis 38 grados de entonces, mis aventuras oníricas me han dejado más agotada de lo que ya me sentía antes de entregarme a Morfeo.

Adoro planificar. Creo que si buscase "planificación" en un diccionario, aparecería mi foto. Y, sin embargo, por más que planifique y planifique, la vida siempre se encarga de sorprenderme y echar por tierra "mis mejores planes". ¿Acaso habré nacido en esta ocasión para aprender a dejarme llevar por la corriente vital? ¿Tendré que acabar por entregarme del todo -sin miedos, deseos ni preocupaciones- a lo que los propios senderos decidan mostrarme en cada recodo del camino?

Ayer no fue un buen día y, sin embargo, también fue sorprendente y muy mágico en determinados instantes. Ayer fue un día de carreras, fiebres, jugos de naranja, sudor, abrazos, mimos, agujetas, dolores, compras, temores, solajero, caricias, ausencias y reencuentros.

Hoy desconozco qué me tendrá reservado mi propia existencia. Pero, por si algo se tuerce, antes de volver a comerme el coco, optaré por asomarme, una vez más, hasta este bosque de palabras nuestro, y releer, de nuevo, que, a veces, la solución es más simple de lo que nos imaginamos...Y para muestra, un par de botones:

Problema 01

Cuando la NASA comenzó con el lanzamiento de astronautas al espacio, descubrieron que los bolígrafos no funcionarían sin gravedad (o con gravedad cero), pues la tinta no bajaría hasta la superficie en que se deseara escribir.

Resolver este problema, les llevó 6 años y 12 millones de dólares. Desarrollaron un bolígrafo que funcionaba: bajo gravedad cero, al revés, debajo del agua, prácticamente en cualquier superficie incluyendo cristal y en un rango de temperaturas que iban desde por debajo del punto de congelación hasta superar los 300 grados centígrados.

¿Y qué hicieron los rusos? ¡Los rusos utilizaron un lápiz!

Problema 02

Uno de los más memorables casos de estudio de la gestión japonesa fue el caso de la caja de jabón vacía, que ocurrió en una de las más grandes empresas de cosmética de Japón.

La compañía recibió la queja de un consumidor que compró una caja de jabón y estaba vacía. Inmediatamente las autoridades aislaron el problema en la cadena de montaje que transportaba todas las cajas empaquetadas de jabón al departamento de reparto. Por alguna razón, una caja de jabón pasó vacía por la cadena de montaje. Los altos cargos pidieron a sus ingenieros que encontraran una buena
y rápida solución del problema.

De inmediato, los ingenieros se lanzaron a su labor para idear una máquina de rayos X con monitores de alta resolución manejados por dos personas y así vigilar todas las cajas de jabón que pasaran por la
línea para asegurarse de que no fueran vacías. Sin duda, trabajaron duro y rápido.

Cuando a un empleado común, en una empresa pequeña, se le planteó el mismo problema, no entró en complicaciones de rayos X, robots, equipos informáticos o complicados; en lugar de eso planteó otra solución: compró un potente ventilador industrial y lo apuntó hacia la cadena de montaje. Encendió el ventilador y, mientras cada caja pasaba por el ventilador, las que estaban vacías simplemente salían volando de la línea de producción.

Problema 03

Un magnate hotelero viajó a una ciudad india por segunda vez, tras una primera visita hacía ya un año. Al llegar al mostrador del hotel -inferior en estrellas a los de su cadena-, el empleado le sonrió y lo saludó diciéndole: "bienvenido nuevamente, señor, ¡qué bueno verlo de vuelta en nuestro hotel!"
Sorprendido en gran manera, ya que a pesar de ser una persona tan importante le gustaba el anonimato, y difícilmente el empleado tendría tan buena memoria para saber que estuvo allí un año antes, quiso imponer el mismo sistema en su cadena de hoteles, ya que ese simple gesto le hizo sentir muy bien.

A su regreso, inmediatamente puso a trabajar en este asunto a sus empleados para encontrar una solución a su petición.

La solución fue buscar el mejor software con reconocimiento de rostros, base de datos, cámaras especiales, tiempo de respuesta en microsegundos, capacitación a empleados, etc, etc, con un costo
aproximado de 2.5 millones de dólares.

Sin embargo, el magnate prefirió viajar nuevamente y sobornar al empleado de aquel hotel para que revelara la tecnología que aplicaban. El empleado no aceptó soborno alguno, sino que, humildemente, comento al magnate cómo lo hacían y le dijo: "mire señor, tenemos un arreglo con los taxistas que lo trajeron hasta acá, ellos le preguntan si ya se ha hospedado en el hotel al cual lo está trayendo, y si es afirmativo, entonces cuando deja su equipaje aquí, en el mostrador, nos hace una señal, y así se gana un dólar".

Moraleja:

¡No compliques tu existencia!

Concibe la solución más simple al PROBLEMA.

Aprende a centrarte en las SOLUCIONES, NO en los PROBLEMAS.