A veces piensa que tiene demasiadas cosas en la cabeza, objetos inservibles que lo único que hacen es complicarle el camino hacia donde esta escrito que tiene que llegar.
Botellas de vino vacías, bolsas de color marrón de esas de papel donde te meten la comida del Mac donalds cuando la pides para llevar, libros que quiere leer pero que nunca se pone por falta de tiempo, aquellos gritos ahogados cuando llega al orgasmo y no quiere que la escuche su madre, tinta de color púrpura de un pilot con el que escribe sus tragedias las noches en que va tan borracha que no es capaz de encender el ordenador, restos de cera que se ha quedado pegada en la mesa de escritorio cuando decide rezar una oración y encender velas para abrir caminos, caminos, caminos, todo esta repleto de caminos, si vuelve a pensar en el camino, ese que a veces piensa que esta escrito y otras veces piensa que si lo esta,le gustaría que estuviese escrito con tinta de color púrpura de ese pilot que usaba para escribir sus tragedias, que ese camino lo hubiese escrito ella en algún momento de su vida en el que se le olvido recordar las resacas mas tristes, los peores momentos, para así solo poder escribir cosas bellas, momentos de una infancia feliz, con personas que ahora le faltan pero que jamás olvidara. Y momentos dichosos como cuando sus ojos la miran y brillan como nunca antes y las sonrisas son contagiosas y no hay un instante para dudar, y las palabras sobran, y en ese mismo momento hacia donde te lleve el camino deja de importar.