Al final, tras maquinarlo bastante, darle vueltas y demás, aquí estoy, con nuevo reto en el horizonte y esas cosas. Qué sería de mí sin los retos, ni idea, pero no sería divertido esto de escribir, eso seguro. Que me muevo a golpe de retos, también, es ese aliciente que me hace coger mis historias con más ganas.
En fin, que al final he caído: CampNaNo en julio se avecina. Si no sabéis qué es eso del CampNaNo echad un ojo por aquí, que lo expliqué en la edición pasada, en abril, y no quiero repetirme. Como reto literario creo que está bien, y el hecho de ser flexible en cuanto a meta lo hace atractivo. La que quieras, tú te lo guisa y te lo comes.
En mi caso, y tras pensar bien lo que me apetece, lo que tengo pensado y lo que creo que podré escribir he decidido situar mi meta personal en treinta y un mil palabras. Mil palabras al día es algo bastante asequible y razonable, se puede trabajar sin demasiados agobios y es una cantidad lo suficientemente importante como para que sea estimulante llegar a la cifra.
La historia con la que me quiero animar será Páginas de recortes. Va a ser un experimento la mar de cachondo el que voy a hacer con él, con lo que tengo pensado: método Copo de nieve. Ya os iré contando si me funciona, qué tal me va y esas cosas.
Espero conseguir, por fin, llegar a terminar el mes escribiendo, que no sé cómo me las apaño que siempre ocurre algo por lo que lo dejo (y en abril me dio especial rabia, que estaba llevando el reto de puta madre).
¿Y vosotros? ¿Participaréis en julio? ¿Tenéis ya algo pensado? Aún hay tiempo de sobra para ello, desde luego, el reto empieza el día 1.