Me he dado cuenta de que le he estado huyendo al esfuerzo de modo enfermo. Creo que mucha gente se esfuerza demasiado por cosas que no valen el desgaste... que no valen la pena ni para ellos, que son los que importan en sus vidas. Pero definitivamente hay cosas que valen el esfuerzo.
Pienso que esto se deriva, en parte, de que he tenido muchas cosas sin esforzarme, y está enredado con sentimientos de incapacidad: si no me esfuerzo, puedo decirme que no lo logré porque no me esforcé: no hay riesgo. Sin embargo, el no-esfuerzo en áreas que importan, sale muy caro; a veces se paga con la vida entera. Un día, por ejemplo, hoy, una deja de estar dispuesta a pagar costos así.
Silvia Parque