Desde diciembre pasado, la propaganda del PRI para las elecciones de 2013 ha sido que a Veracruz le conviene que ganen los pirrines porque en Los Pinos se encuentra uno de los suyos, lo cual revela el fascismo con el que siempre han querido acallar la inconformidad (las telenovelas y el futbol también sirven para adormecer a los jodidos). La verdad es que si alguien ha envilecido la política mexicana son los priístas: aprovechándose de la necesidad, cambian limosnas por votos, por lo que se puede afirmar que el modelo político-económico está diseñado para generar más pobreza, para tener dominada a cierta población que ya se acostumbró a estirar la mano para recibir apoyos, en lugar de organizarse para salir adelante por sí mismos. Ellos, los pirrines, detuvieron la transición a la democracia (en 2000 hubo alternancia pero no cambio de régimen) y quieren volver a sentar sus reales, exactamente como antes de 1988, siendo que desde 1997 el voto reiterado de la ciudadanía ha sido dividido con un claro mensaje: ninguno nos convence, póngase todos de acuerdo.
El PRI ha gobernado Veracruz desde el siglo pasado y la gente se está muriendo de hambre precisamente por esa mayoría soviética: sin desarrollo político, no hay ningún desarrollo; no importa que el estado sea rico en recursos naturales si unos cuantos acaparan la riqueza y los medios para producirla. Me indigna que hasta las esposas de los ex-alcaldes anden ahora mismo buscando puestos públicos, como si esto fuera una monarquía (revela círculo cerrado de acceso al poder, caciquismo, antidemocracia al interior del propio PRI, nepotismo).
Todavía no se aclara qué hacían esos dos helicópteros llenos de dinero en efectivo del gobierno de Veracruz en el Aeropuerto de Toluca durante la campaña presidencial de EPN. ¿Cómo le va a convenir a nadie que gane el PRI?. Hay que seguir el ejemplo de Tabasco, los choquitos nos han dado una extraordinaria lección de civismo. (De hecho, en las pasadas elecciones el Licenciado Copetes no ganó aquí, ¡cómo iba a ganar si el gobiernito de Javier Duarte ha sido desastroso! Tuiteros encarcelados, periodistas críticos asesinados como Regina Martínez, el caso Dodi, etc).
Sólo en las dictaduras no hay libertad de expresión y con la restauración del PRI regresa una época triste, la del silencio: por ejemplo, la salida del noticiero estelar de Cadena 3 de Pedro Ferriz de Con por haberse atrevido a criticar al candidote presidencial del PRI. Y eso, por no hablar de la indignante condonación del SAT por 3,334 mdp a Televisa por haber cubierto apenas 10% del adeudo fiscal. ¡Hay que sacar a Televisa de Los Pinos!.
21.06.2013: Estos pendejos tienen suspendida mi cuenta de Twitter y yo no he infrigido ninguna de sus reglas (luego de llegar al límite de seguir 2000 usuarios, esos usuarios han empezado a seguirme). ¿Será por mis opiniones políticas? ¡Vale verga!.