Abandono la docencia.

Publicado el 26 junio 2010 por Negrevernis
Ayer fue mi último día de docencia. La fiesta de despedida de los alumnos de 4º de ESO me deja sabor agridulce: el del trabajo desinteresado de los que hicieron posible la fiesta y la realidad parcialmente recordada de los cuatro, cinco y hasta seis años pasados por alguno de esos alumnos en el colegio.
Sólo esta alumna se acercó ayer en la fiesta de despedida de 4º para decirnos adiós -silenciosa, discretamente, a su modo-. Esperaba más de algunos... Llegan siendo aún niños, se marchan en su adolescencia y sólo unos pocos apuntan maneras de los jóvenes adultos que serán algún día. Como ella, claro.
Abandono la docencia y espero resetear mi mente a lo largo del verano, olvidar situaciones y hasta nombres, recuperar mi tiempo donado durante nueve meses a esos adolescentes que ayer no eran capaces de despedirse con la cabeza bien alta. Dejo las aulas porque así lo marca el calendario -aunque aún quedan varios días de trabajo invisible dentro y fuera de las paredes del colegio- y porque el horizonte del nuevo curso suena a proyecto nuevo y alegre.
Volveré, claro. Sólo guardo el llavero del colegio durante dos hojas del calendario.