He aquí algunas nociones básicas del lenguajes de los abanicos, para los más nostálgicos:
- Abanicarse lentamente, o abrir y cerrar muy despacio el abanico : Estoy casada y me eres indiferente.
- Abanicarse rápidamente : Te amo intensamente.
- Cerrarlo despacio : Sí.
- Cerrarlo de forma rápida y airada: No.
- Abrir y cerrar el abanico rápidamente : Cuidado, estoy comprometida.
- Dejar caer el abanico : Te pertenezco.
- Abanicarse levantando los cabellos o mover el flequillo con el abanico: Pienso en ti, no te olvido.
- Cubrirse con él del sol : Eres feo, no me gustas.
- Apoyarlo sobre la mejilla derecha : Sí.
- Apoyarlo sobre la mejilla izquierda : No.
- Prestar el abanico al acompañante : Malos presagios.
- Dárselo a su madre: Te despido, se terminó.
- Dar un golpe con el abanico sobre un obejto: Impaciencia.
- Sujetar el abanico abierto con las dos manos : Es mejor que me olvides.
- Cubrirse los ojos con el abanico abierto : Te quiero.
- Cubrirse el rostro con el abanico abierto : Cuidado, nos vigilan.
- Pasarse el abanico por los ojos : Lo siento, vete, por favor.
- Cerrar el abanico tocándose los ojos : ¿ Cuándo te puedo ver ?
- Apoyar el abanico a medio abrir sobre los labios : Puede besarme.
- Apoyar los labios sobre el abanico : Desconfianza.
- Llevarlo en la mano izquierda : Deseo conocerte .
- Moverlo con la mano izquierda : Nos observan.
- Llevarlo o moverlo con la mano derecha : Amo a otro.
- Ponerse en el balcón con el abanico abierto, salir al balcón abanicándose o entrar en el salón abanicándose : Saldré pronto.
- Dejarse el abanico cerrado en el balcón, salir al balcón con el abanico cerrado, o entrar en el salón con el abanico cerrado : No saldré.
- Arrojar el abanico : Te odio, o adiós, se acabó.
- Presentarlo cerrado : ¿ Me quieres ?
- Pasarlo sobre la oreja izquierda : Déjame en paz, no quiero saber nada de ti.
- Pasarlo sobre la oreja derecha : No reveles nuestro secreto.
- Contar tocándolas o abrir cierto número de varillas : La hora para quedar en una cita dependiendo del número de varillas abiertas o tocadas.
Así que, a partir de ahora, estad atentos cuando veáis a alguien con abanico en mano, porque, pueda que os esté mandando un mensaje secreto.