Este puente de la Constitución ha llenado de españoles, de nuevo, las calles de Nueva York. Es habitual oír hablar en nuestro idioma , e incluso, encontrarte con algún conocido en las abarrotadas tiendas. Todos parecen aprovechar para hacer sus compras navideñas en este paraíso de descuentos en el que el euro sigue valiendo aquí mucho más de lo que nos cuentan los periódicos españoles, que lo suelen ver ,día sí y otro también, a punto de su extinción europea.
Nueva York se ha convertido en un reducto, un oasis, para el consumo de unos cuantos españoles que, sin embargo, en nuestro país prefieren ahorrar antes que gastar.
En uno de esos establecimientos de permanente moda, "Abercombrie & Fitch", y mientras esperaba en la calle a una amiga a que hiciera sus múltiples encargos, me topé, como no, con unos españoles que salían cargados de bolsas:
–– Uff , no me gusta nada esta tienda. Es un infierno. Hay poca luz, la música está muy fuerte ––decía una señora cincuentona.
–– Pues hija –– le contestaba una amiga–– llevas una hora y media ahí dentro...anda habrá que ir a comer..¿no?
–– Espera , espera... que me he olvidado las colonias. Es que está todo tan barato... ––vuelvo en cinco minutos.
Y la amiga volvió a entrar en el establecimiento de camisas de cuadros, cazadoras, pantalones y faldillas para veinteañeros , sorteando los musculados cuerpos de los chicos con torso desnudo que te reciben a la entrada con un Have a Good Day.
Yo me preguntaba, mientras desesperaba fumando en la puerta a a que mi amiga saliese, si los americanos que, dicen ahora, son una de las primeras fuentes de turismo de Barcelona, seguirían ese mismo comportamiento en mi ciudad. No les he visto aglomerarse ante las tiendas del paseo de Gracia o del Borne ni siquiera en El Corte Inglés. Si lo hiciesen quizás nos iría mejor, pienso.
Y es que somos una ciudad cara para ellos. Su dólar, que no está cuestionado, vale escasamente el setenta por ciento de lo que vale un euro y nuestros precios están desorbitados.
¿No estaremos viviendo en España un sistema irreal? No consumimos y sin embargo nuestros precios están por las nubes y algunos son capaces de pagarse un billete de avión y un hotel unos días, para hacerlo aquí en Nueva York de forma desaforada, como si la crisis la hubiesen aparcado en casa.
Sigo leyendo los diarios españoles por internet: Ahora parece que la prima de riesgo española ha bajado más de ciento cincuenta puntos en unos días y que la bolsa ha crecido en dos dígitos en una sola semana...pienso que estas españolas de Abercrombie o los centenares del almacén barato, Century 21, de Wall Street lo deben saber y por eso se animan....
Pero no. En seguida lo descarto. No les veo con interés en seguir las noticias de España. Han venido aquí ha evadirse incluso de ellas. Y es que , aunque parezca una anécdota, la economía real no está en linea con la llamada economía de los "mercados". Creo que no lo estará por un buen tiempo.