Abierto hasta el amanecer

Publicado el 11 junio 2013 por B
Cierra el Nasti, que no era ni bonito, ni limpio, ni tranquilo, ni realmente nuestro, pero fue ruido de fondo, punto de encuentro, y otra forma igual de válida de conocer Madrid, las noches-mañanas de viernes, sábado, o ya domingo, con el sol despuntando, volviendo a casa con el desayuno, el Nasti ya cerrado, los edificios con luz, la ciudad en movimiento, brillando, y tú ligera como un pajarito, creyéndote sentir volando alto, alto, alto.
Muy alto.