LUZ EN LA TINIEBLA DEL OCÉANO
La mano benévola del mar en primaverate salvó de acabar siendo un cuerpo sin destino.Pisar la orilla, besar la tierra para dargracias por seguir siendo un cuerpo que se estremece,dolorido, humillado por la incertidumbre;un rayo de luz en la tiniebla del océano.Ante ti un mundo brillante, contador a cero,paisaje impreciso, canción extraña, espacioscerrados y aromas que no pueblan tu memoria.Piensas que quizás empujó tus velas un viento equivocado, pero el mar a tu espalda es yauna gran muralla de sudor disuelto en sangre.Has tirado los dados, vieja ruleta rusa,sin saber si el futuro te guarda algún abrazo.
¿Qué nos vamos a encontrar en este libro?
El libro es un viaje a las profundidades de los fondos marinos, como metáfora de un viaje a la oscuridad del alma humana. Y dentro de ese viaje se encuentra uno con una galería de personajes que funcionan como oráculos que van contando su historia. Lo que tienen en común es que son todos unos perseguidores de quimeras. Son personajes en cierta manera oscuros pero que brillan con luz propia, como los seres de los fondos abisales. Básicamente es un libro que plantea la imperfección del ser humano y que saca a la luz la debilidad, la fragilidad humana.
¿Lo sublime de los abismos, al estilo romántico?
¿Hay cierto pesimismo ético al contemplar el abismo?
No es tanto un pesimismo como un viaje de ida y vuelta. De hecho, el libro tiene una estructura basada en los clásicos: la bajada a los infiernos en busca de respuestas, un viaje del que siempre se sale, pero no intacto. Siempre se lleva uno una enseñanza, pues se sale con esperanza, con un aprendizaje.
¿Qué autores le han influido?
Muchos, a Bonald se le cita en el libro, Cernuda, también mucha poesía inglesa, por mi formación, pues me dedico a la enseñanza del inglés y la literatura inglesa, lo que hace que tenga un bagaje de lecturas de autores ingleses, no sólo del romanticismo, sino también del siglo XX y actuales. Hay muchos, no sólo poetas. También Tolstoi es un autor que me influye en cuanto al pensamiento.
¿Cómo surge el poema?
En mi caso es un proceso de lectoescritura. Todo va unido, la lectura y la escritura. Es a lo que me dedico, prácticamente, en mi tiempo libre, que es poco, después del trabajo y las obligaciones familiares. Mi pasión es la literatura. Siempre estoy leyendo, escribiendo o ambas cosas a la vez. Y también es un camino de ida y vuelta. Un libro empieza con un runrún, con una idea que uno tiene en la cabeza, una imagen, algún verso, bien que le ha surgido a uno o bien que ha leído en algún sitio. Y a partir de ahí puede comenzar todo el proceso de construcción de un libro.
¿Qué función atribuye a la poesía?
A parte de ser una indagación personal, del escritor y del lector, la poesía tiene un valor moral, como la filosofía. Cada vez estoy más convencido. Me refiero a la moral como indagación, como búsqueda del sentido de las cosas, de la belleza del mundo. Y en cuanto al valor social, me parece muy importante, no en el sentido de poesía social de los años cincuenta, sino en el sentido de educación sentimental. La poesía tiene un papel fundamental, como otras artes, en esa educación sentimental.
¿La poesía nos hace mejores personas?
Efectivamente, nos hace mejores personas. Y es una parte de nuestra cultura que está muy olvidada. Insistimos mucho en la educación académica, en el título, pero nos hemos olvidado de trabajar la educación sentimental.
Ha recibido varios premios. ¿Cuál es el más importante para usted?
Sí he recibido algunos, sobre todo al principio, cundo empecé. Todos me han sorprendido y agradado. Son premios, además, modestos. El que más me sorprendió y más me llenó fue uno de relatos, no de poesía. Tengo alguna incursión en la narrativa, un libro de relatos. Me dieron el premio internacional “Platero”, que lo otorga el Club del Libro en español de Naciones Unidas. Y era la primera vez que me atrevía a escribir narrativa y a presentarme a un premio de narrativa. Este premio sí es de cierto renombre. Se presentan cientos de obras de todo el mundo y lo otorga Naciones Unidas.
¿Y tiene algún proyecto más de narrativa?
Proyectos tengo muchísimos. Tengo novelas en proyecto, esbozadas. También otro libro de relatos comenzado, ensayos, un libro de poesía que estoy terminando, un libro de poesía erótica a medias… Son muchos proyectos que espero ir terminando poco a poco.
También ha sido editor de la revista cultural “El Ático de los gatos”…
Fue un proyecto que inicié con Rosario Troncoso. Por cuestiones de tiempo y energía luego me desvinculé de la revista, aunque he seguido colaborando. Más que aportar poemas, en principio me volqué más en labores organizativas, logísticas, y en dedicarme al periodismo cultural: entrevistas, reseñas y alguna traducción. Esa es otra de mis facetas, la de traductor de poesía.
¿La enseñanza de la literatura, de la poesía, va por el buen camino?
Puedo hablar de mi experiencia personal. No soy profesor de literatura, sino de inglés. Mis clases de inglés van siempre unidas a la cultura inglesa. Por otro lado, en mi centro, IES Sofía, en el que enseño, hemos realizado encuentros con poetas. Durante cuatro o cinco años, han venido autores locales, comarcales,… Es una experiencia que cada vez tiene más éxito y ha calado mucho en el alumnado. Al principio el alumnado lo veía como algo ajeno o una clase más, pero ahora lo demandan porque les gusta. Es muy interesante tener al autor delante cuando recita y poder hacerle preguntas. Además tenemos un certamen de microrrelatos para todos los centros escolares de la localidad. Y funciona muy bien. Cada vez hay más participación. Fomentamos no sólo la lectura, sino también la creación. Estamos contentos y sorprendidos con la respuesta de los estudiantes. Han aumentado, por ejemplo, los préstamos de libros de poesía en la biblioteca. Tiene mucho que ver con haberles acercado la poesía. Y además los chicos están en una edad en la que quieren expresarse y descubren que la poesía es un buen camino.http://www.lavozdelsur.es/abisales-un-viaje-poetico-las-profundidades