ACABADO: Brush Cleanser de MUFE

Como decían en alguna peli o serie cuyo nombre ahora no recuerdo "beauty just doesn't happen" lo que viene a significar algo así como que para estar guapa, hay que trabajárselo. Es cierto que a algunas la belleza les viene tan de serie que no necesitan ningún tipo de añadido pero la mayoría de las mortales, por desgracia, tenemos que tirar de truquis, maquillajes, extensiones, depilaciones y demás rituales si queremos dejar de ir rompiendo espejos con nuestro reflejo.
Tales rituales constan de una serie de pasos, rutinas y productos necesarios que son los que suelen ocupar la mayoría de nuestras disertaciones (y nuestro parné) pero, sin embargo, hay otro elemento importantísimo en esta batalla matutina contra la realidad y la falta de sueño: las herramientas.
No sé vosotras pero yo tengo una colección de brochas de maquillaje digna de cualquier estudiante de bellas artes. Muchas de las que tengo, no voy a negarlo, han sido consecuencia de cajitas de belleza, revistas, promociones y demás y, probablemente, no valen ni el plástico chinorris del que están echas. Sin embargo, últimamente he decidido que merece la pena invertir en calidad y me he hecho con unas cuantas brochitas decentes que pretendo que me duren hasta que mis nietas estén en edad de maquillarse.
Por ello, a raíz de la aparición de estas brochas en mi colección tuve que nutrirme de fungibles para su cuidado, a saber: un champú de bebés para lavarlas una vez por semana (no cumplo esta frecuencia ni en el mejor de mis sueños, pero, en fin), un par de metros de la mítica redecilla de Buyincoins para que no se deformen las puntas y un spray desinfectante que es el que ocupa el tema central de esta review, el Brush Cleanser de Make Up For Ever.
Se trata de un liquidillo verdoso que viene en un cómodo envase con vaporizador y que está pensado para usar de una de las dos maneras siguientes:
a) Vaporizar sobre los pinceles y brochas a limpiar y luego frotar estos contra un paño o servilleta limpios (yo uso papel de cocina).
b) Verter un poco de líquido en un recipiente y sumergir la parte manchada de las brochas en él para luego secar con un trapito o paño limpio.
Como os podréis imaginar, casi siempre he preferido la primera opción pues me parece que se gasta menos producto y, la verdad, es que me ha dado un resultado estupendo. Un una pasada las brochas quedan lo suficientemente limpias para poder utilizarlas en los productos de maquillaje sin contaminarlos ni mezclar los colores y, además, sabiendo que están perfectamente desinfectadas.
Por otra parte, como es el primer producto de estas características que he usado, no tengo muy bien con qué compararlo pero me da la sensación de que se seca bastante rápido y que, en cuestión de un cuarto de hora, ya tenemos nuestros pinceles listos para usar de nuevo.
Por último, cabe destacar que, desde el punto de vista económico, sale bastante rentable ya que son unos 12,50 euros los 210ml, sólo superado por el de MAC que vale lo mismo y trae 25ml más. Por eso, y teniendo en mente un futuro Back 2 MAC, no he repetido con el de MUFE sino que me he pasado a este último, eso sí, conservando el envase con vaporizador que me parece mucho más útil.
Conclusiones:Nota global: 8'5 (a la espera de ver cómo se comporta el de MAC)Lo recomiendo?: SiRepetiría?: siDónde encontrarlo?: en Sephora y tiendas MUFE (si sois afortunadas y tenéis alguna cerca)Precio: 12'50 euros / 210 mlOs recuerdo que estoy de sorteo, ¿os habéis apuntado ya?

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