Revista Fotografía
Este fin de semana nos acercamos hasta la isla de la Virgen del Mar, en San Román. A escasos cinco kilómetros de la ciudad de Santander.
Comúnmente conocida por su playa, su virgen y su ermita (que ya visitamos en este blog), personalmente me quedo con la visita a sus acantilados. Para llegar hasta ellos, simplemente cruzaremos el puente que une la isla a tierra, ascenderemos por la pradera que nos lleva a la ermita, y continuaremos ya hasta el mar, por caminos más abruptos y escarpados.
Ante nosotros, rompientes que superan los 20 metros de altura y toda la línea de costa hasta San Juan de la Canal. En épocas de temporal, estar en uno de sus salientes mientras se mezcla el sonido del viento, el rugir del mar y el choque salvaje de las olas contra los paredones de roca, sin duda alguna nos sobrecogerá.
Por Luis A. López Fotografía (Señor L)