El Aceite de Argán.
Se ha puesto muy de moda últimamente, utilizado sobre todo en cocina, tiene muchas propiedades en cosmética, siendo utilizado por importantes laboratorios internacionales, que han incluido en sus catálogos, productos a base de este aceite.
Su recolección y fabricación está centrada en zonas muy concretas del país, en el sur y cerca de la costa atlántica, zona de Essaouira y principalmente en el Souss.
Hay muchos tabúes sobre este producto, mitos y leyendas y quizá –no dudo de sus propiedades y de su buen hacer en la cocina- se ha sobrevalorado, sobre todo por interese foráneos, algunas de sus cualidades, prueba de ello, es que se han llegado a pagar hasta mil euros el litro, de una cosecha determinada.
El Aceite de Argan, nace de la prensa en frío de una nuez que nace de un árbol llamado Arganier, esa nuez, es tostada ligeramente antes de la prensa.
Su sabor es muy particular y un perfecto aliado, sobre todo para ensaladas, pescados a la plancha o simplemente para comer en crudo en desayunos por ejemplo.
Existen muchas cooperativas, algunas muy fiables y otras no tanto, al igual que mucho producto falso, que la picaresca de algunos vende como autentico.
Hay varias marcas comerciales, cada día más, particularmente, a mi me gusta el que veis en la foto, se puede encontrar en los grandes supermercados del país se llama DARGAN y su precio oscila entre los 30 y 35 euros litro.
En alguna receta incluyo las patatas confitadas en aceite de Argán, son simplemente exquisitas.
No se le conocen contraindicaciones y su grado de colesterol, por ejemplo es del 0%.
Un buen producto para explotar en la buena cocina, en Marruecos, hace siglos que se consume.