Revista Talentos

Acepta el consejo esta vez no fallarás

Publicado el 29 agosto 2013 por Gogol

Acepta el consejo.
Escucho tu lamento.
Este atraviesa la oscuridad, se filtra a través de las nubes, se mezcla con la luz de las estrellas y se abre camino hasta mi corazón siguiendo la trayectoria de un rayo de sol.
Me he angustiado al escuchar el lamento de una liebre asfixiándose en el lazo de una trampa del cazador, por el gorrión que ha caído del nido de su madre, por un niño que se debate impotente en un estanque, y por un hijo que vierte su sangre clavado en una cruz.
Sabe que también te escucho a ti.
Está en paz, está tranquilo.
Te traigo alivio para tu pena, porque conozco su causa… y también su cura.
Lloras por todos los sueños de tu infancia, que se han desvanecido con el
transcurso de los años.
Lloras por toda tu dignidad que se ha visto corrompida por el fracaso.
Lloras por todo eso potencial que tienes y que has trocado por la seguridad.
Lloras por toda tu individualidad que ha sido pisoteada por las multitudes.
Lloras por todo tu talento que se ha desperdiciado por el mal uso que has
hecho de él.
Te consideras a ti mismo con vergüenza y te apartas aterrado de la imagen que ves reflejada en el estanque.
¿Quién es ese remedo de humanidad que te devuelve la mirada con los insensibles ojos de la vergüenza?.
¿En dónde ha quedado la gracia de tus modales, la belleza de tu figura, la agilidad de tus movimientos, lo talentoso de tu conversación? ¿Quién te despojó de tus bienes? ¿Conoces la identidad del ladrón, como lo conozco yo?
Uno vez colocaste tu cabeza sobre una almohada de césped en el campo de tu padre y alzaste la mirada hasta una catedral de nubes y entonces supiste que con el tiempo todo el oro de Babilonia sería tuyo.
Alguna vez leíste incontables libros y escribiste en muchas tablillas, convencido más allá de toda duda de que llegarías a igualar, e incluso a superar, toda la sabiduría de Salomón.
Y las estaciones seguirían fluyendo hasta desembocar en años y he aquí que reinarías como soberano supremo en tu propio jardín del Edén.
¿Acaso no recuerdas quién implantó en tu ser todos esos planes y sueños y esas semillas de esperanza?No puedes recordarlo.
¿No tienes el menor recuerdo del momento en que emergiste del vientre de tu madre y yo coloqué mi mano sobre tu suave frente, ni del secreto que murmuré en tu pequeño oído cuando té concedí todas mis bendiciones? ¿Recuerdas nuestro secreto? No puedes recordarlo.
El paso de los años ha destruido tus remembranzas, ya que ha saturado tu mente de temores, dudas, ansiedades, remordimientos y odio y ya no queda lugar para los recuerdos agradables en un sitio en donde moran todas esas bestias.
Ya no llores más.
Estoy contigo… y este momento marca la línea divisoria de tu vida.
Todo eso que ha sucedido antes no es sino algo muy semejante a todo ese tiempo en que dormiste en el seno de tu madre.
Lo pasado está muerto.
Deja que los muertos sepulten a los muertos.
Este día regresas de entre los que están muertos en Vida.
Este día, igual que Elíseo con el hijo de la viuda, me extiendo tres veces por encima de ti y vuelves a vivir.
Este día, lo mismo que Elías con el hijo de la sunamita, uno mis labios a los tuyos y mis ojos a los tuyos y pongo mis manos sobre las tuyos y tus carnes vuelven a recobrar el calor.
Este día, lo mismo que Jesús frente a la tumba de Lázaro, te ordeno que te levantes y abandones la sepultura de tu ruina a fin de que inicies una nueva vida.
Este es el día en que naces.
Es tu nueva fecha de nacimiento.
La primera parte de tu vida, como sucede en una obra de teatro, solamente fue un ensayo.
Esta vez se ha alzado el telón.
En esta ocasión el mundo observa y espera para aplaudirte.
Esta vez no fallarás.

Og Mandino

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Etiquetas: Frases de reflexión, Motivación


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