Acerca de los niños.

Acerca de los niños.
A pesar de mi actitud siempre me han gustado los niños, son de las pocas cosas en este mundo que aún llaman mi atención y me sacan un gesto amable. Me gusta por ejemplo verlos jugar, me gusta cuando sonríen despreocupados de la vida, esa ingenuidad genuina que no sabe de bien ni mal, que no comprende acerca del peligro, que solamente vive y ama sin pensar en nada más…
A veces pienso que el humano se hecha a perder a medida que los años pasan, porque cuando son niños todos son lindos y felices, todos se centran en la felicidad de los momentos simples y saben disfrutarlos, mientras que por otro lado… El adulto solamente sabe de dinero, de odio, de mentiras, de “peros” a absolutamente todo. Es aquí donde me pregunto “¿Qué es lo que pasa que debemos siempre buscarle tres pies al gato? ¿Por qué no podemos simplemente tomar las cosas necesarias para el alma y ser felices?” No lo se, pero me gusta pensar que los niños son siempre mucho más correctos que el resto de los humanos, es decir, su forma de amar algo o de amar a alguien es infinitamente más pura, más entregada, más pasional si se piensa correctamente, más emocional en vez de conveniente. En pocas palabras, ellos son los verdaderos hombres y mujeres que se entregan a la vida sin mascaras ni quejas, sin interesarse en las apariencias u opiniones, sino que ellos simplemente se entregan con la pureza de lo realmente amado dándole lugar a lo importante y a los sueños, a todo aquello que nace del corazón y la magia, a todo aquello que de hecho les hace felices.
Personalmente hablando, a mí nunca me ha gustado llamarme a mi mismo un adulto, porque si bien lo soy por mi edad y apariencia… La verdad es que yo valoro mucho más las actitudes de los niños, quizás es por eso que no me agrada el mundo, porque mis ojos infantiles no toleran ver el mundo tan maltrecho, porque mi corazón no siente las ganas de ser como los demás adultos, porque mi mente se niega a entregarse a las reglas erróneas de felicidad, porque mi alma solo se siente libre si me apego a la verdad bajo el caos del humano, porque aún amo ver volar a las mariposas, sentirme libre y amar lo que me gusta hacer y no estúpidamente lo que “debo”, porque mi vida no es la vida de los demás ni su camino, sino mi vida, mi ideal, mis emociones y mis sueños. Sí, me gusta sentirme libre y disfrutar de las simplezas, yo no soy de esos humanos que se venden por dinero y condenan su libertad al consumismo, yo más bien… soy de esos humanos que se aferra a sus sueños así sean de chocolate, porque si un sueño me hace más feliz que millones de dólares en realidades… entonces yo me quedo para siempre entre los brazos de mi amada, esa mujer de alas maternales llamada infancia.
Y sin embargo, soy adulto, pero ante todo… Yo siempre miraré con estos ojos la vida, porque yo aún no he perdido las señales de lo que realmente importa, porque sin importar cuanto camine… Yo correré siempre con el viento al lado de las mariposas, en libertad, en mi camino propio sin que nadie me haga olvidarme de mi mismo, y cuando el tiempo pasé y mis hijos lleguen… Yo estaré ahí para cuidarles los sueños, para susurrarles vida y cobijarlos de belleza, porque un padre no es el que más te da, sino el que más te ama y más te cuida. Y sí, si fuera posible… A mi me gustaría en algún punto tener un par de pequeños llamados hijos.
-Acerca de los niños-