Aunque desde fuera no lo parezca, la interpretación es una profesión muy física. Nuestro trabajo no solo consiste en memorizar un texto e interpretarlo, sino en utilizar todas las posibilidades que ofrece nuestro cuerpo, nuestra voz y nuestra mente, y ser capaces de mantenernos al 100% de nuestras capacidades sin desfondarnos tras horas de trabajo.
En este post no pretendemos hablar sobre cómo puedes conseguir el cuerpo perfecto (ya que cada uno de los cuerpos es perfecto para algún papel determinado), ni que intentes convertirte en alguien que no eres.
Todo lo contrario.
Nuestra intención es hacerte ver que debes ponerte en forma, principalmente para sentirte mejor contigo mismo y, también, naturalmente, para tener la energía suficiente para aguantar la presión y las largas jornadas que demanda nuestra profesión.
¿Por qué es tan importante que te cuides?
Ha quedado claro que no necesitas ser el más guapo ni la más atractiva del momento para poder trabajar. Nuestro mercado precisa papeles de todos los tipos, de modo que, si ese no es tu perfil, no te agobies ni un segundo; Lo verdaderamente importante es estar en forma para que puedas darlo todo.
Estos son algunos ejemplos:
- En una audición o prueba de casting, si tu voz o tu cuerpo se encuentran débiles por estar cansado, con poca energía o por ir de resaca, pondrás en riesgo tus posibilidades de conseguir el papel.
- El hecho de encontrarte en forma y tener capacidad de autocontrol también te ayudará a reducir los nervios y el estrés.
- Un actor sin vitalidad ni energía nunca podrá hacer bien su trabajo. ¡No imaginas lo poco profesional que resulta ver a alguien bostezar! Quizá no tenga grandes consecuencias en algún momento determinado, pero la diferencia entre trabajar con un actor que parece que no tiene ganas o está aburrido a uno que está a tope es abismal.
Los tres pilares
Para estar en forma, estos son los tres aspectos que debes trabajar:
- La fuerza:
La fuerza hace que tu cuerpo rinda más y mejor. En nuestro oficio podemos encontrarnos con muchos movimientos repetitivos: secuencias en la que debes ir escalera arriba, escalera abajo; levantar, sostener o empujar algún objeto durante unas cuantas tomas. Y aunque no se trate de acciones desproporcionadas, al cabo de cierto tiempo puedes sentir que te fallan las fuerzas. ¡Y tampoco quieres trabajar al día siguiente con agujetas!
- La resistencia:
Tras 10 horas de rodaje… en fin, quién no está cansado. Pero tanto el director como la pantalla o los espectadores siguen esperando de ti el 100%, así que debes ser capaz de sobreponerte al agotamiento. Asimismo, si tienes un día cargado de ensayos y funciones, no puedes permitirte se te vaya la voz o te fallen las ganas.
- La flexibilidad:
Por lo general, la gente no le da tanta importancia a la flexibilidad como a la fuerza y la resistencia, pero también es muy necesario trabajarla. Mejora la postura, el riesgo de lesión, aumenta el flujo sanguíneo (y por tanto, los nutrientes) a los diferentes tejidos, músculos y articulaciones… ¡Son todo beneficios!
Recomendaciones
Tu objetivo debería ser ponerte en forma para ti mismo, no para los demás. Indirectamente, si te sientes mejor contigo mismo, esto se reflejará en tu trabajo.
Y para sentirte mejor contigo mismo, esto es lo que puedes hacer:
- Realiza ejercicio regular. El ejercicio mejorará tu estado de ánimo, te mantendrá activo y te aportará la vitalidad que necesitas. No hace falta matarse en el gimnasio; la clave es escoger algo que de verdad te motive y se adapte a tus gustos y necesidades.
- Cuida tu alimentación. Comer y beber de forma variada y sin excesos impactará de forma muy positiva en tu bienestar personal.
- Descansa bien. De esta manera, ayudarás a tu cuerpo y tu mente a encontrarse en pleno rendimiento y no echarás el día a perder.
Otras consideraciones
Por mucho que te cuides, no puedes evitar ponerte enfermo de vez en cuando. Pero ya sabes, en nuestra industria el show debe continuar, así que no empieces con disculpas y excusas. Lo único que conseguirás es predisponer a tu auditores a que piensen que lo vas a hacer mal, o al director o tus compañeros de reparto creer que eres un quejica.
Si tenías un casting agendado y no te encuentras demasiado mal, lo mejor será que acudas y la salves lo mejor posible. Y en cuento al ensayo, función, rodaje… no serás el primero ni el último que tiene que dar el callo, con fiebre o malestar, sin que el público lo note.
Como último apunte, algo que tampoco podíamos olvidar comentarte: nuestra profesión exige que nos cuidemos, pero no solo por dentro, sino por fuera. Lavarse los dientes, cuidarse las uñas, el pelo, la piel (no ponerte rojo en verano, por ejemplo)… son aspectos fundamentales que contribuirán a causar siempre una buena primera impresión y a mantener una buena imagen profesional.
Y recuerda, el mejor atractivo es el que viene de ti. Sé siempre buena persona, muestra ilusión, trabaja con entrega y sé esa persona con la que dé gusto trabajar.
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