(20/09/2013)
debían de ser no más de las 18 y 30
Apagamos la tele
nos metimos bajo las mantas
el frío era intenso
y el abrazo pecho con espalda
fue de lo más cariñoso
Supimos por un instante
que no hay huella más distante
que el pasado que se olvida ahora
y cuesta tanto recordar
La mañana nos recibió
agotados
exhaustos
sudorosos
con amor y veneno en la piel
Los pájaros cantaban
Certeza sin edulcorante
Los ríos corrían limpios
puros
sin venenos de la humanidad
Dormimos
Encendimos la tele
Charlamos un poco
Dormimos un poco más
Una buena comida
Una noche comprometida
con nosotros mismos
y nada más en que pensar
Volar
Pudimos volar