Retomando lo que ha pasado en el Fashion Week de New York no podía esperar a escribir sobre la colección de Y-3, no solo porque esta temporada es bastante buena, tengo que admitir que la colaboración Adidas-Yamamoto me ha cautivado desde que la conozco.
Precisamente, este año se cumple la primera década de la marca que unió a un gigante de la ropa deportiva, parte de la cultura pop mundial y a uno de los mas exitosos diseñadores japoneses. La carrera de Yamamoto es ejemplar: debutó en París en 1981 -que para un diseñador no europeo es bastante difícil- y a partir de ese año su carrera despegó con líneas comercialmente muy exitosas logrando colocar tiendas en París New York y sobretodo en Tokio, donde es bastante popular.
Una de las características que distinguen a Yamamoto sobre los demás es la excelsa forma que tiene al trabajar cuando realiza colaboraciones con otras marcas (Hermès, Mikimono) o artistas como Sir Elton John y Placebo.
Las anteriores colaboraciones son notables, pero no se comparan con lo que ha hecho con Adidas Y-3; esta temporada fue especial ya que vimos a Yamamoto hacer acto de presencia, algo que no hace muy seguido. La colección tiene altos tintes de elegancia, que para prendas destinadas a un uso activo es algo bastante extraño de ver.
Me encantaron las piezas andróginas, con elementos a lo que hacia Yamamoto en los ochenta; otro gran avance en la colección fue la desaparición del los logos tácitos de Adidas. Imagino que para Yohji fue bastante difícil convencer a los directivos de no tener referencias obvias a la marca, sobre todo porque Adidas representa al "hombre logo": sudaderas, playeras, tenis, gorras, pantalones...todo es un mar de logos. Las únicas referencias fueron las icónicas tres barras colocadas de forma muy inteligente, a veces hasta favoreciendo la silueta del diseño.
Mi pieza favorita fue el siguiente outfit de sudadera con pantalón que a primera vista parecería un blazer con un pesquero.
Los dejo con otras imágenes de la colección. ¡Hasta la próxima!