Adios, muchachos, compañeros de mi vida...

Así canta un tango, y como esa es la música apropiada para el sentimiento y el júbilo al mismo tiempo, uso la frase para decir lo que hay que decir.

Hoy termina este blog. Nada es eterno, todo muere o termina un día. Este es el último artículo. Quedará "flotando" en la red, como las hojas que van al viento; tal vez alguno la atrape. Intentaré responder la preguntas que sigan llegando y las que me quedan, pero nada más.

Son dos años, casi tres, de compartir sobre el tema. Algunos habrán aprendido algo, otros no. Pero yo sí que he aprendido, cada consulta me ha ayudado a leer más y a saber más sobre el tema que me apasiona: los Santos. Pero lo mejor de todo son las personas que he conocido, los que colaboran y los que leen y comentan. Creo que un grupo de personas que compartimos una afición nos hemos conocido por aquí y de alguna manera eso nos mantendrá unidos.

No os preocupéis, estoy bien. Solo que las etapas se abren y se cierran. Dadme el beneficio de la duda, como mismo se lo dais a un retoño de rosa: la dejáis florecer hasta ver que color tendrá.

Un beso y un abrazo a todos.