Revista Literatura
Adiós PROSÓFAGOS, se cierra el foro
Publicado el 16 marzo 2011 por BlancamiosiHay días enlos que no vale la pena salir de la cama. Hoy fue uno de ellos. Me desperté más tempranoque nunca porque debía ir a renovar la visa americana. Sí, por estos lares,todavía utilizamos ese método para entrar a Estados Unidos.
Como siempre,lo primero que hago muy temprano es encender el ordenador, mientras tomo unacucharadita de aceite de oliva y el jugo de dos limones, con un poquito de aguatibia, antes de desayunar (lo hago por lo del colesterol que me encontró miquerida doctora Landaeta)
Abro mi correo,casi lo mismo de siempre: trabajo, algunas amistades; paso a Prosófagos y casime infarto. Se cierra el foro. Notardé en leer los motivos y darle la razón a Esther. Apenas tuve tiempo de postear un mensaje, puesdebía desayunar y salir antes de las siete para llegar a las nueve a laembajada, pero mi presión arterial llegó a 158/9. El tensiómetro que me regaló mi querido Henryes una maravilla, cuando lo uso, de solo mirarlo se me eleva más la presión. Llevé mis pastillitas de repuesto por si medaba un “yeyo” en el camino y proseguí con este día que empezó muy mal. Por fortuna, no tuve problemas con la visaporque hubiera sido el acabóse. Después de pasar por el taller y resolver unpar de cosas, regresé a casa y el aviso en Prosófagos seguía allí. No había sido producto de un amanecertempranero, es verdad que el foro, cierra.
Los motivosson de índole diversa, pero más que nada se trata de la falta de seriedad ycompromiso que un grupo de personas asumen cuando forman parte de una comunidad. En este caso un foro literario, el mejor queyo haya conocido y en el que he aprendido más que en cualquier tallerliterario. Formado en su mayoría porgente seria, dedicada, que conocí en otros foros y decidieron que Prosófagosvalía la pena. Tanto valía, que logramossacar una revista literaria: Prosofagia, y no solo fue una revista virtual:salieron varios números impresos y fueron repartidos gratuitamente vía courier a todos los países de los queparticipaban y deseaban la revista, ejemplares dignos de figurar en cualquiereditorial de renombre.
Lapromotora de todo fue Esther, la administradora del foro, que junto a Pepsi, aBoris, a Elisabet (Montse de Paz), Gabi, Nelo, José Luis Jaime Cortés con sussecciones fijas, con su ahínco, dedicación meticulosidad en la edición, redaccióny presentación de la revista, llevó a cabo una tarea titánica, pues no es fácileditar 86 páginas de temas, cada cual más interesante. En pocas palabras: el foro literario Prosófagoscierra porque algunos de sus participantes se dieron a la tarea de desacatarlos lineamientos que en toda comunidad de este tipo deben aprobar antes desuscribirse.
Realmentees una pena, porque la mayoría sale perjudicada por unos pocos. Solo me quedaagradecer el haber participado en ese lugar tan especial, donde he conocidogente maravillosa y me he reunido con otra que ya conocía de otros lados. Se había convertido en el lugar donde podíapasar mis momentos oscuros y olvidarme de los últimos golpes que me dio lavida, pero así es, nadie es dueño de nada, solo de sus propios pesares otriunfos.
Me tocaentonces despedirme de Prosófagos, una despedida más en estos tiempos que metoca vivir.
B. Miosi