A mi "amigo" Miguel Frías,
Fotografía de Adela Gómez Caparrós
I Miro tu grandeza, tan pequeña, escondida tras los pliegues infinitos de una piel curtida, de una vida bien vivida.
II Miro tu grandeza, tan pequeña, cobijada a la sombra de ese bosque ya marchito, de recuerdos que plantaste.
III
Miro tu grandeza, tan pequeña, difuminada en el claro cielo de la tarde acompasado, al platónico vals de las almas y nuebes.
IV Miro tu grandeza, tan pequeña, y pienso y comprendo que no es otra sino ella, quien tu magnitud otorga a tu nobleza.