El otro día viendo en la tele por segunda vez la película “16 calles” (altamente recomendada) volví a pensar en una adivinanza que plantea uno de los actores, era algo así:
Vas manejando tu auto por una ruta en medio de una tormenta impresionante y pasas por una parada de autobús donde se encuentran esperando tres personas:
- Una anciana muy enferma que no puede mantenerse en pie.
- Tu mejor amigo que una vez te salvo la vida.
- La mujer de tus sueños.
Ahora la pregunta es, ¿A quién llevarías en el auto, si sólo tienes lugar para uno de ellos?
Esto se puede ver de tres diferentes formas, una opción es llevar a la abuela a un hospital sabiendo que los demás podrían soportar la tormenta hasta que llegue el autobús, una segunda opción sería devolverle en cierta forma el favor a tu amigo que te salvo la vida y llevarlo a él, o en ultima instancia sabiendo que a la mujer de tus sueños no la volverás a ver la llevas a ella.
Ahora teniendo esto en cuenta, uno podría pensar, al único que conozco es a mi amigo así que lo llevaría a él y nos quedaría el cargo de consciencia por no llevar a la anciana y la mujer, pero bueno hay que tomar una decisión, una que tomaría yo ¿ustedes que harían?
Podrían pensarlo un rato antes de seguir leyendo ya que a continuación les dejo la respuesta que se plantea a éste dilema la cual podría decirse que es la mas viable y que mas se acerca a lo que definimos en cierta forma como buena persona:
“Le doy las llaves del auto a mi amigo, y le pido que lleve a la anciana al hospital, mientras yo me quedo con la mujer de mis sueños esperando el autobús en la parada.”
Una respuesta que la verdad no se me hubiera ocurrido; en fin, la adivinanza deja mucho que pensar y la respuesta creo que habla mucho de nosotros.


