Ilustración: Curt Frankenstein
Aún recuerdo la de mi hijo, fué suave, tan solo era un poco cabezón para reafirmarse...una de las cosas típicas de la adolescencia, creerse en la verdad...
Lo cierto es que son años duros para los chavales, ya lo dice la propia palabra, que viene de "adolecer" es decir estar enfermo...
Teresa
Meneó la cabeza al pensar en su hijo, que entraba en la adolescencia, esa edad prefabricada y plagada de tópicos, en la que uno, como padre, sólo puede armarse de paciencia y esperar que todo lo que había intentado enseñar en el pasado tuviera algún efecto que contrarrestrara la ebullición hormonal y la tontería congénita de esos añosFragmento de: " El verano de los juegos muertos"
De Toni Hill