Adonáis

Publicado el 14 diciembre 2013 por Javier Sánchez Menéndez @JSMenendez


Pasa el tiempo. Lo hace muy deprisa. Frío, calor, lluvia. Las canciones que aborrecía y que mis hijos admiraban hace años, ahora no dejo de escucharlas. Cambiamos. Lo hacemos con los pies en la tierra y la cabeza que no deja de leer a los clásicos.
Vivimos una nueva deshumanización del arte. Un poeta comentaba esta tarde que la novela contemporánea está escrita para vender guiones y series, por tanto no se concibe en origen como novela, el género está desvirtuado desde la idea. Desde la palabra.
Ese mismo autor repetía que el teatro murió con Valle y con Lorca.
Y le indico que la poesía manifiesta esa nueva deshumanización. No estaba equivocado con el fallo del Adonáis. Un jurado así ha perdido la ética. Pero no se trata solo del Adonáis, donde para ganar debes llevar un libro mediocre y decir en latín unas jaculatorias, aquellos premios a los que acude Chus Visor de la mano de García Montero también perdieron la ética hace muchos años. Y así todos los galardones.
No hay un premio limpio. Se busca lo siniestro, se manosea lo siniestro, se defiende lo siniestro. He escrito a Ignacio Escuín. He llamado a Lutgardo. Los demás salieron pitando del acto manipulado por una panda de personas sin ética (ni estética). Eso pasó esta tarde en el fallo del Adonáis.
Ganar el Adonáis, ahora, es un desprestigio. Ya saben los jóvenes, los nuevos poetas. O aprenden latín y se mortifican en las malas artes o se joden (con perdón).