Sin embargo una voz surgió y un hombre amable le preguntó si estaba en adopción; Juan le manifestó que por lo pronto lo iba a trasladar a nuestra casa para alimentarlo y darle un poco de calor. El hombre le insistió: me gustan los gatos pero ahora tengo que ir a entrenar, en cuanto termine lo paso a buscar.
Así fue como el pequeño felino arribó a nuestro hogar y mientras nuestros gatos lo bufaban olvidando que alguna vez también habían sido cachorros desvalidos, él comió varias raciones de alimento para bebés, bebió agua y comenzó a ronronear al percibir que se encontraba a salvo. Pese a la seguridad que el hombre había manifestado, Juan publicó la fotografía en las redes sociales: urgía encontrarle un hogar donde lo cuidaran y quisieran.
Las primeras respuestas generosas no se hicieron esperar pero el teléfono celular confirmó que la promesa había sido cierta, porque unos minutos después arribó a nuestra casa a bordo de una moto la persona que había contactado a Juan. Luego de una breve conversación resultó que era el dueño del buffet del colegio situado a dos calles, que también reside en este barrio, que tres gatos ya integraban su familia y que sus hijos estarían felices de contar con un nuevo bebé felino. Inmediatamente envolvió al gatito a conciencia y lo ubicó entre su pecho y su abrigo para que no tuviera frío al trasladarlo.
Lo despedí con una sensación que oscilaba entre la alegría y la pena. Alegría porque fue adoptado casi inmediatamente y crecerá en una casa cercana a la nuestra rodeado de afecto y con otros congéneres de su raza; pena porque, pese a nuestra numerosa familia gatuna, por un momento imaginé que se quedaba con nosotros pese al disgusto evidente de sus hermanos de raza.
Pero estaba destinado a irse y entonces no le puse nombre, porque como enseñara Tolkien, los nombres cuentan la historia de aquellos que los portan y entonces dicha facultad le correspondía a su familia definitiva. Así fue como este mínimo ejemplar gatuno fue huésped transitorio de nuestro hogar hasta su adopción definitiva.
Buena vida, pequeño, ahora y siempre.
Un festejo especial
Susana, coordinadora del área, trazó un breve recorrido desde aquellos orígenes en los que el voluntarismo y la vocación de servicio fueron logrando, paso a paso, los resultados que hoy se encuentran a la vista: desde la conformación de una Mesa Interinstitucional con distintos actores hasta el Hogar de Tránsito para las víctimas, desde la implementación de los botones de alerta ante el riesgo hasta los equipos de profesionales que atienden los casos, que se multiplican tanto por la eclosión lamentable de la violencia como por la voluntad de denunciar por parte de las mujeres aquellas situaciones que antes quedaban ocultas en el mundo privado.
Se descubrió una placa conmemorativa junto con una fotografía de todas las integrantes de los equipos de trabajo. La Secretaria de Desarrollo Social conjuntamente con referentes del área fue la encargada de presidir el acto, en el que amablemente y para mi sorpresa me invitaron a participar. También fue formalmente inaugurada una nueva edición del Concurso de Fotografía, que año tras año capta las imágenes de los diversos roles asumidos actualmente por las féminas en la sociedad, cuyos ganadores serán anunciados el 8 de marzo, en ocasión de la fecha conmemorativa del Día Internacional de la Mujer.
Susana y Marisa, quien integra el equipo de trabajo desde los comienzos, fueron las encargadas de portar la exquisita torta que degustamos luego del lunch: porque los desafíos se multiplican día a día y a veces el trabajo desborda los recursos siempre escasos, fue una enorme alegría participar de un festejo tan especial junto a personas comprometidas a diario con los derechos de las mujeres.
Testeos hidratantes
L´Occitane se ha inspirado en el perfume de esta flor y Fleurs de Cerisier es una crema perfumada para manos, sumamente hidratante debido a su alto contenido de manteca de karité y eztracto de cereza de Luberon: una aliada poderosa para combatir la sequedad durante la temporada estival.
La manteca de karité, una vez más, es el componente principal de la barra cónica perfumada de la marca Míes. Se puede emplear en la bañera durante el baño de inmersión o untarla sobre el cuerpo luego de la ducha; promete una piel suave e irresistible, de ahí que su nombre resulte homónimo de Popea, la segunda esposa del irredento emperador Nerón, cuya belleza fuera tan famosa como la crueldad de su consorte.