Revista Talentos
No voy a publicar diariamente por unos cuantos días.Estoy harto de que la cuestión política sea el cómodo colchón al que recurro en cuanto otras fuentes se secan. Nadie se merece tanta bandera y tanta soflama. Cuanto más lejos estáis, menos os lo merecéis, por supuesto. Es una cuestión geométrica, que podría explicar con un gráfico, pero no voy a hacerlo. Tiene que ver con arcos y con ángulos y con el área de un círculo. Así que echo el freno un poco. O sea: nada de sentarme ante el teclado, como estoy haciendo justo ahora, simplemente para emitir excusa tras excusa. No: o hay un libro o hay un disco o hay una serie (porque ya no sé qué ha sido de las películas), o dispongo de una ocurrencia de los avatares de Jesús y el comisario sin nombre, o ya no voy a embaucar más a nadie para que me visite y me lea algún chascarrillo y diga, eh, qué pasa. Lo que dan en la tele es una basura, he decidido no dejarme influir por prensa y encuestas, y los detalles de mi vida privada sólo pueden interesarme a mí. O sea: hay que centrarse en algo concreto, en nombres que poner en negrita o en cursiva, y hay que dejar de rellenar entradas en base a las mil y una maneras de mirarse el ombligo. Que es algo demasiado fácil cuando se dispone de papel en blanco y fácil verborrea.