Y bien, pasa y pasa el tiempo… Aún recuerdo el dulce sentir de tus besos y veo como el tiempo hace que yo me convierta en un sombrío recuerdo.
Te miro reír, te siento hablar y divago así a lo largo de tu cabello… Queriéndome perder por siempre en ti; vivirte en mi como lo real que siento por ti y que tu ya solamente quieres disfrutar de este laberinto sin mi… Como duele tenerte aferrada a mis recuerdos y que tu ya solamente lo quieras olvidar.
Cometí millones de errores a lo largo del tiempo, muchos que sin más te marcaron e hicieron que tu corazón sangrara ¡Lo lamento!, y bien sé que tengo merecida esa indiferencia diáfana que utilizas en tus oraciones.
Aferrado a ti… Sin querer dejarte ir de mi lado puesto a que aún quiero volar contigo por lugares ermitaños de este mundo. Sé además que ni porqué te cante miles de canciones y te exponga miles de versos me volverás a tener en aquel pedestal en el que un día estuve.
He cambiado ¡Créeme! y sé que tu también lo has hecho… no te juzgo, yo también hubiera hecho lo mismo. Sabes que mis convicciones son altas y que preferiría amarte eternamente, quiero ser digno de ti y de tú lindura… quiero hacerte entender lo mucho que me importas y que el amor que te expongo no es sólo una locura o un capricho vacío.
Ha pasado mucho tiempo… lo reconozco y no fue por mi, lo permití para que de a poco sanes tus heridas y yo así mismo pudiera reflexionar y entender que eres mi persona favorita, la princesa de mis sueños… mi dulce amor.
Tu la que me enloqueces infinitas veces, tú la que con un abrazo me hace estremecer, tú la de los besos fortuitos e inmarcesibles… Tú amor mío que me tienes atrapado en lo bello de tu ser.
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