Afrodita, LPQ, nostalgias de Bariloche

Publicado el 19 diciembre 2015 por Ptolomeo1

Diosa del Amor y de la Belleza, la Venus romana habría nacido de los genitales emasculados de su progenitor Urano a manos de Cronos, originando con su semen flotante entre las olas una espuma blanca que trajo consigo a Afrodita; la misma que habría de definir la suerte de Troya cuando Paris, obnubilado por la visión de Helena conjurada ante sus ojos, le entregó la manzana de la Discordia y selló así la desgracia de su pueblo.

Porque todo puede decirse de Afrodita menos que su impronta como deidad fuera complaciente o sumisa, ya que lejos de las prescripciones de Zeus en cuanto al  comportamiento que conllevaba su femenino sexo, fue pródiga en amores y amantes, en maternidades y pasiones y en resultar ardiente fuente de inspiración de tantos artistas y escritores que le dedicaron lienzos, páginas y poesías. Del latín Venus proviene nuestro vocablo veneración y a ella estaba dedicado el sexto día de la semana, viernes, así como el planeta que lleva su nombre y según el hemisferio es el Lucero matutino o vespertino que ha representado el ciclo de renovación para tantas cosmogonías ancestrales.

Afrodita es también la poderosa diosa de la alquimia porque el amor es un catalizador para la transformación, una renovación química que produce una apertura de conciencia e impulsa una vocación generosa hacia el ser que lo experimenta y hacia los demás. El amor es también una expresión de la creatividad, en tanto activador de las potencialidades ocultas en el interior de cada uno.

Con el advenimiento del cristianismo el templo dedicado a Afrodita en Chipre mutó en santuario de la Virgen María, llamada como Venus Stella Maris o Estrella del Océano. No obstante su impronta persistió, y en Venecia el duque arrojaba a las aguas una alianza de oro para sellar su matrimonio con la diosa a quien la ciudad debe su nombre sagrado. Con profusa simbología que subsiste hasta la fecha vinculada a su estampa, las palomas y los cisnes son las aves que la representan; montada sobre uno de estos últimos se la denomina “pájaro blanco del cielo” y las rosas rojas, granadas y manzanas doradas también le pertenecen.

El arquetipo se activa con el vínculo amoroso, que rodea de luz y belleza al amante y proporciona una buena oportunidad para canalizar inquietudes artísticas así como para expandir la conciencia. En aquellas culturas patriarcales que aún subsisten en varias partes del mundo los atributos de la Diosa se ven degradados y se impregnan de la moralina que los estructura en la inmoralidad; no resulta casual, entonces, el sojuzgamiento de la libertad sexual y de las dotes creativas de las mujeres en los países que se rigen por estas pautas nefastas.

Porque a despecho de las connotaciones que se le han atribuído desde el patriarcado para reducir su influencia haciendo hincapié con desprecio en su comportamiento sexual, Afrodita representa la transmutación alquímica alcanzada una vez producida la madurez de la conciencia. Ella es una poderosa energía de transformación capaz de producir cambios beneficiosos para sí y para el entorno, al alcance de todas las personas que valoramos y agradecemos su impronta liberadora, su enseñanza acerca del aspecto positivo de la Belleza y su autodeterminación.

La fotografía de la escultura de la Venus de Milo, tomada por Juan en el Museo del Louvre, refleja la atracción que ejerce Afrodita sobre los visitantes.

Le Pain Quotidien

Mientras buscaba una mesa para hacer pie en el Paseo Aldrey hasta que llegara Adri, me sorprendí al toparme con las puertas de madera y el interior acogedor de la cocina de un hogar en un local comercial: Le Pain Quotidien, la cadena internacional de origen belga que hizo del pan casero horneado su marca de fábrica, había llegado finalmente a la ciudad.

Cuando Alain Coumont inauguró su emprendimiento en Bruselas en el año 1990, lejos estaba de imaginar que la receta de los panes elaborados en el seno familiar sería un éxito de tal magnitud. Siete años más tarde el primer local en Madison Avenue fue el punto de partida para la presencia de la marca en diversos países del mundo, con más de 200 locales que continúan la tradición familiar del visionario creador.

Panes de gran tamaño, mesas comunitarias, el simbolismo es claro en el universo de Coumont: se trata de compartir, de estar con el otro, de acompañarse mientras se consumen productos de calidad, cuyas masas reposan dos semanas en lugar de un par de días y se elaboran con harina integral orgánica, bajo pautas rígidas de calidad.

Desayunos con cesta de panes servidos con mermeladas y miel orgánicas, yogur y frutas, almuerzos con sopa del día y vegetales, tartine de humus con palta, ensalada detox de quinoa y vegetales asados, after office con tablas de quesos o tarta de chocolate belga… la oferta es amplia y variada y el lugar soñado para los amantes de la comida vegetariana. Nosotras probamos una deliciosa limonada con menta y nos despedimos prometiéndonos un futuro almuerzo, celebrando la instalación del nuevo emprendimiento citadino.

Nostalgias de Bariloche

En mi cercana visita a Bariloche por motivos laborales el hotel Quillén fue mi hogar durante tres días. Instalada en una confortable habitación con vista al fabuloso Nahuel Huapi me despertaba con el azul turquesa del lago desplegado hacia el horizonte, una corriente plácida de energía para encarar la intensidad de cada jornada.

Cuando las obligaciones diarias imponen el traslado a otra ciudad, el confort y la comodidad de la residencia transitoria son condiciones para valorar y agradecer. En este caso un desayuno opíparo, con jugo de naranjas exprimido y tostadas con la opción de dulces regionales de rosa mosqueta y frutos rojos servido en un alegre entorno, era el preludio para el comienzo del día.

Por las noches una ducha reparadora con amenities fragantes inspirados en la lavanda y el limón preparaban el cuerpo para el descanso reparador, con una última visión del lago color azul oscuro en el que se reflejaba la luz de la luna velando los secretos ocultos en sus profundidades que, a la fecha, conservan un aura misteriosa pues no han sido exploradas en su totalidad.