Me lo he pasado muy bien, como siempre que voy a Madrid. Me he reencontrado con amigos de esos que veo cada dos años. He conocido a Tula y a Anita, simpatiquísimas y divertidísimas las dos, que me han contado cosas y me han enseñado cómo funciona mi cámara de fotos (una pena que mi memoria sea de pez y ya no me acuerde de nada...). También he estado con Suzie, a la que no veía desde hace muchos muchos años, que me ha descubierto el Chai Latte del Starbucks y me ha llevado por un montón de tiendecitas chulas. He pasado por Black Oveja -que estaba cerrado :-(- y por Tipos Infames -al que tendré que volver-. He comido churros a montones, he desayunado colacao en un bar y he ido de tapas.
Por supuesto que he hecho
También pasé por Tiger y aunque el cronómetro de cocina con forma de Kitchen Aid no se vino conmigo, sí lo hicieron estas cosillas tannn cucas y tannn baratas.
Dejo para otra entrada mis rutas y adquisiciones reposteras, a las que Anita quiso contribuir regalándome una bolsita de coco rallado de color rosa traído de Chile que me volvió loca (gracias guapa, estoy encantada y pensando ya en una receta a la altura).En conclusión, Madrid es una ciudad estupenda llena de cosas por ver y por hacer, y espero volver pronto -ojalá antes del verano-.
Y vosotros, ¿qué habéis hecho en mi ausencia?