Ok, empecé las clases de español para la preparación del examen de admisión a la universidad. En parte, me siento más tranquila sabiendo que estoy dando lo mejor de mí, y que me estoy preparando. Pero por el otro lado, es estresante tener que repasar todas estas absurdas reglas lingüísticas españolas. De verdad compadezco a cualquiera que se le dé por querer aprender español.
Las clases se vuelven cansadoras y estresantes, hasta el punto de querer tirar todo y volverme vendedora de chicles (hablo enserio). Espero que en la universidad todo sea más a mí gusto, y si bien tenga idioma español, y derecho que no me interesa, que aún así, entienda y las clases sean promedialmente entretenidas, y no tan cansadoras.