Agraviado, qué pena

Publicado el 25 mayo 2013 por Eduardocarranzagazzani @ElPeriodicoPeru

AGRAVIADO, QUÉ PENA. 
Escrito por Jorge Morelli. (@jorgemorelli1)

El ministro de Defensa, Pedro Cateriano, se siente agraviado por la denuncia de que el gobierno hace espionaje político. Qué pena.

El Ministro está ofendido porque luchó denodadamente –dice- contra Vladimiro Montesinos, y cómo se puede sospechar que haya cedido a los métodos montesinistas.

Dados los indicios de una parte, y de otra las altas credenciales democráticas que blande, hay que concluir que el espionaje –si lo hay- se hace sin su conocimiento.

¿Por qué entonces, en vez de rasgarse las vestiduras, no pide el Ministro más bien que el Congreso investigue la denuncia? Si combatió fieramente a Montesinos, ¿por qué no le sugiere hoy más bien al presidente Humala que ponga de lado a su actual asesor de Inteligencia si éste tuvo algún vínculo con Montesinos? Es lo que le están diciendo en todos los tonos no solo ya el ex presidente Alan García sino la propia Keiko Fujimori. Ella no dudó en hablarle a su padre respecto de su todopoderoso asesor de Inteligencia en su momento. ¿Por qué el Ministro no hace lo que ella hizo?

Ocupado como está en el control de daños a su inflada autoestima, es inútil ya pedirle al agraviado Ministro que haga el esfuerzo de salir de las cuatro paredes de su cerebro para atender a la realidad. Lo que hace falta es, más bien, que le deje el puesto a alguien que quiera saber.