Son las 5 de la mañana, me levantó de la cama para tomar un vaso de agua fresca de la nevera mi cuerpo está empapado de sudor. No hay nadie más en la cocina, solo en silencio y yo. Siento a mi corazón bombear más y más rápido, cada vez va más acelerado y yo tengo más calor. El sudor me acaba convirtiendo en una cebolla andante y tengo la necesidad de quitarme capas de ropa. Es raro que haga frio, y yo me sienta como si acabará de venir una ola de calor y hubiera impactado sobre mi cuerpo.
Mis pies descalzos sientes por primera vez el parquet frio, mientras yo dejo las huellas mojadas de mis pisadas. Mi cara empieza a arder, voy al cuarto de baño y empiezo a refrescarme la cara, se me entrecorta la respiración, hasta que terminó por pensar que tu has sido quien me ha puesto así. He soñado contigo, y me levantado empapada en sudor igual que la última vez que nos vimos. Me cuesta coger el sueño, abro el Word y empiezo a escribir está entrada y muchas otras que van por detrás. Aquí sigo escribiendo, con la botella de agua en mi habitación y con la ventana abierta de par en par, escucho el ventilador del ordenador, y el sonido de mis teclas Estoy más calmada, la calor ha remitido, puedo dormir tranquila. Cierro los ojos, y empiezo a respirar profundamente, hasta que mi alma se apaga hasta la mañana siguiente.