Quería leer Agua para elefantes desde que lo conocí, como muchas personas, por la adaptación cinematográfica. Me llamó lo poco que sabía del argumento y lo puse en mi lista de deseos, pero a largo plazo.
Probablemente no lo habría leído aún, pero las buenas palabras que Andvari, de Palabras como souvenir, tenía para él aumentaron mis ganas (y mi necesidad) de leerlo. Así que en cuanto pude me hice con él y... Bueno, digamos que me he enamorado. Simple y llanamente.
En los difíciles años treinta, Jacob lo ha perdido todo: familia, amigos, futuro... y decide enrolarse como veterinario en un circo ambulante. Envueltos por el fascinante espectáculo de los Benzini transcurren años de penuria en los que Jacob también encontrará la amistad, el amor... y a la traviesa elefanta Rosie. Pasen y vean: romance, lucha, asesinato, tragedia y humor integran esta gran función que conmueve y asombra por igual.
Como sabréis los que me conozcáis, me encantan los libros que me pueden aportar algo más allá de la historia que cuentan. Por eso suelen gustarme las novelas históricas o ambientadas en el pasado, como es el caso de Agua para elefantes. Hay un peligro en este tipo de libros, y es que en demasiadas ocasiones se convierte casi en una clase de historia y la trama se resiente. Por suerte, Agua para elefantes no es uno de esos libros, al contrario.
Sara Gruen es un genio en ese aspecto. Consigue trasladar al lector a los Estados Unidos de 1931 e introducirlo en el cuerpo del protagonista, Jacob, con total naturalidad. No da más explicaciones sobre el contexto que las necesarias, y nunca más allá de lo que sería normal dentro de las conversaciones del protagonista. Muchas de las escenas están basadas en hechos reales, que Sara Gruen conoció después de una gran, gran tarea de investigación.
La gran fuerza de la novela reside en que Sara Gruen da a conocer un mundo invisible: el del circo y todos sus integrantes.A través de las vivencias de Jacob, contadas en primera persona, hace un retrato perfecto de la vida en el circo, con sus alegrías y sus penas. No tenía ni idea de las grandes diferencias que había entre los artistas y los peones ni de las prácticas como "dar luz roja", es decir, arrojar a alguien del tren en marcha.
Por cierto, desde aquí pido un aplauso para Sara Gruen. Mientras leía, no podía dejar de pensar: y el protagonista es un hombre. Con sus necesidades de hombre, su forma de pensar de hombre, su todo de hombre. Pero lo ha escrito un mujer. ¡¿Por qué diablos no se nota?! Es muy difícil, a mi parecer, escribir una novela poniéndote en la piel de un personaje del otro sexo, y Sara Gruen lo hace con una maestría envidiable.
Los personajes. Ay, Jacob. Ay, Walter. Ay, Marlena, Camel, Tío Al, August y demás. Cada uno a su manera, positiva o negativa, han conseguido tocarme la fibra sensible. Lo mejor de los personajes es que tienen su razón de ser. Sus caracteres no son fruto de la casualidad. Todos son como son por alguna razón y actúan siempre en consecuencia. Sara Gruen se ha convertido en mi nueva deidad literaria. Su estilo es simplemente perfecto. Sus diálogos son creíbles y equilibrados, y sus descripciones, tanto físicas como emocionales, son perfectas. Utiliza las palabras necesarias para transmitir lo que ve y siente Jacob, ni más ni menos.
Agua para elefantes es uno de esos libros que coges y no sueltas. Antes de que me diera cuenta, ya me había pulido 100 páginas más. A veces cuesta encontrar libros que te atrapen, que te hagan desear ponerte a leer, ni que sea para avanzar cinco páginas. Consigue enganchar, pero no tiene un ritmo excesivamente trepidante. Personalmente, para mí el ritmo es perfecto para la historia: ni demasiada acción ni demasiada perfección. Sara Gruen logra el equilibrio perfecto. Además, alterna pasajes del Jacob joven en 1931 y del Jacob del presente, ya mayor y encerrado en una residencia de ancianos, lo que le da más ritmo la novela.
En defintiva, como he dicho, me he enamorado. De la historia, de Jacob, de Marlena, de la elefanta Rosie, de Walter. Y, por supuesto, me ha enamorado el Jacob-anciano. Creo que es la primera vez que lloro de emoción con una novela. Agua para elefantes ha conseguido entrar en mi panteón de libros favoritos. Con pase VIP. Un libro desde luego recomendable al 100%, siempre y cuando te gusten este tipo de historias, por supuesto.
Historia:
Personajes:
Estilo:
Ritmo:
Opinión:
Lo mejor: El estilo de Sara Gruen. Per-fec-to.
Lo peor: Quizás... Puede... Sí, yo creo que... No. Lo siento. No le encuentro nada malo. Ya lo he dicho, me he enamorado.