Aguas Libres (el palmar) por el duende de Sevilla

Hola a tod@s os dejamos esta poesia llamada "Aguas libres" (el palmar) por el duende de Sevilla. Unas palabras llenas de sentimiento y pasión.
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Gracias

Un silencio atronador,
Que lo canta tu galaxia,
Ese sol adormecido,
Tan cercano en la distancia,
Creando tan bella puesta,
Cuando se acuesta en tus aguas.
Mar abierto, susceptible,
Arenas que se humedecen,
Al tacto con aguas libres,
Ondas turquesas que mecen,
Una libertad sin redes,
Como estas letras describen.
Maleza y follaje,
Frente a la sierra el paisaje,
De un palmar que es un capricho,
De la madre naturaleza,
Que así, su obra interpreta,
Y la nombra paraíso.
Al son que rompen las olas,
Esbeltas estrellas bailan,
Todavía no es de noche,
La luna acude temprana,
Y se pierde mi horizonte,
Por esas aguas diáfanas.
De tu velero almirante,
Ventolera que abruma,
De poniente o de levante,
Corona de sal nocturna,
Provocando al oleaje,
Bramando versos de espuma.
A mi derecha las blancas,
Como el portal de Belén,
Por la trasera, quien te guarda,
De la frontera, Vejer,
Y tonalidades malvas,
De insólito anochecer.
¡Aguas libres!, por defecto,
Libertad por pretexto,
Bandera blanca salada,
Hacen conjunto perfecto,
Todo entra en el contexto,
De la costa gaditana.
El infante caminante,
Sobre el oro de tu suelo,
Noctámbulo de tus noches,
Guarida de los misterios,
Vigía de tus fugases,
Reflexionando al momento.
Tengo un diamante en el cielo,
Con bata de cola blanca,
Que reina en mis desvelos,
Aureola dibujada,
Unida a dos pentagramas,
Con nombre de animal fiero.
Dejaré versos anclados,
En el fondo y en tu orilla,
En tu ocaso y en tu cielo,
En tu arena… en tu brisa,
Como iluso pasajero,
En ti, Palmar de mi vida.
Estandarte insigne,
Que mi corazón anuda,
Y que va soltando amarras,
Sin expresión que lo explique,
Baño mi alma desnuda,
En el libre de tus aguas.
¡Aguas Libres!, por bandera,
Para una tierra en tristeza,
Puesto que algún lugareño,
Pregonando ser su dueño,
Reales pide por ella
Y se siente prisionera.
Aquel que miente y profana,
El que te afana y pretende,
Que destruye por complejos
Porque se ve que no entiende,
De que amores verdaderos,
Ni se compran, ni se venden.
No quiero ser cuerdo y necio
Y a tu belleza, poner precio,
Como estas letras describen,
Seré loco constante,
De tus mares almirante,
En El Palmar de mis sueños.
Gracias de todo corazón al Duende de Sevilla.
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