Arte: Claire Elan
Ahora que los sueños han invadido mis horas de vigilia,
Y que adivino los acordes de tu guitarra.
Ahora que he alquilado una habitación invisible
Cerca de la tuya para escuchar murmurar tus ensueños.
Ahora que mi día amanece soleado
Con una voz que viene nadando desde el otro lado.
Ahora que el tiempo se detiene,
Y que los relojes de arena ya no son lo que eran antes.
Ahora que nuestras huellas han sido erosionadas por el viento,
Y que el mar ha sobrevivido a tantas tempestades.
Ahora que la espera ha perdido su sentido y orientación,
Y que nuestras almas juegan a encontrarse.
Ahora que mi cuerpo despierta sonidos guturales,
Placeres secretos y escondidos.
Ahora que regreso de otros amores y tierras lejanas,
Conquistando reinos despoblados de promesas
De cuestionamientos del tipo cómo, cuándo y por qué.
Ahora que adivino tu sonrisa y tus ojos tan gentiles
Que viven al norte de mi casa.
Ahora que reescribo un diario,
Y me sincero cada día a través de la tinta negra
Que se escapa por la desembocadura de mi mano derecha.
Ahora que mis tareas me desocupan,
Que sé parar, sentir y recalcular,
Que encontré los hilos que atan
Tus sueños a los míos.
Ahora que el futuro es tan incierto como siempre,
Que ha cambiado tanto y tan poco,
Y que seguimos reconociéndonos en la música de los juglares.
Ahora que habitas mi boca
Y que seduces al resto de mis alcobas.
Ahora que me permito desafiar todas las leyes escritas del universo
Y que te sigo dedicando cada vocal y consonante,
Intentando grabar en tu piel
Deseos y despertares.
Patricia Lohin