No hay palabras para la alegría inmensa que uno siente cuando POR FIN terminas algo. En especial si ese algo es..., no sé, ¡¿Tu carrera?!
Dos largos años, con personas insoportablemente infantiles, profesores que no saben enseñar, y tareas y pruebas ridículas e innecesarias, pero AL FIN, TERMINAMOS.
Luego de la tesis — que les aseguro, fue el más arduo trabajo jamás realizado por mí en un lapso de dos meses, con la PEOR MALDITA COMPAÑERA que uno pueda imaginar— ya no me quedaban energías. La alegría que sentí al escuchar que aprobamos aprobé la tesis por la que tanto trabajé, es inexplicable.
Por un momento dudé, y pensé en posponer todo un año más, por que estaba TAN CANSADA de tolerar a esa gente, que de verdad prefería esperar a la siguiente generación.
Pero ya no más. Y en fin. Solo quería dejarlo claro aquí, ya que no he actualizado mucho. Pero sí, pueden sentirse orgullosos, ya que ahora sí,
Estoy graduada.