El terremoto de 5,2 grados en escala Richter a sacudido el condado de Yingjiang, en el suroeste de China, ha ascendido a 25, mientras que el de heridos ha aumentado a 250, según el balance divulgado este viernes por el Ministerio Civil.
El epicentro de este terremoto se ha localizado a unos dos kilómetros de Yingjiang, localidad que tiene una población aproximada a 270.000 personas. Es por ello por lo que los servicios de emergencia han acelerado las tareas de rescate para encontrar supervivientes porque muchas se sospecha que hayan podido quedar debajo de los edificios derruidos.
En las tareas de rescate están trabajando 6.100 efectivos -entre policías, militares, personal médico y voluntarios- que ya han conseguidos rescatar a unas cuarenta personas y mandar a 200 a centros hospitalarios.
"Encontramos a tres personas en una tienda, pero no hemos encontrado a nadie más desde entonces", ha dicho Gao Lei, un bombero de 21 años de edad, en declaraciones recogidas por la agencia Xinhua. Y es que los trabajos se han ralentizado.
En el primer balance que hicieron las autoridades calcularon que 18.000 viviendas se habían derrumbado tras la sacudida y afectado a 50.000 ciudadanos, pese a esto se ha ordenado que se busquen personas con vida debajo de los escombros.
Entretanto, unas 60 personas han sido instaladas en un campamento provisional. "Ahora estamos desinfectando, es crucial para prevenir la propagación de epidemias después del terremoto", ha señalado el director del Hospital Popular de Yingjiang, Zhang Tao.
De momento, los gobiernos locales han destinado un total de 23 millones de yuanes (unos 2,5 millones de euros) para atender la emergencia.
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