¿Tiene en su casa? Yo sí, y siempre se lo pregunto a los papás cuando vienen a la consulta. La mayoría no tienen y ni siquiera se han planteado el comprarla con lo baratas que son. Valen unos pocos euros y no necesitan mantenimiento; además tengo extintores en regla. El fuego me da mucho miedo, su poder es terrible y sus efectos sobre el cuerpo humano son devastadores.
Ayer en el lugar en que estoy alojado sonó la alarma de fuego. Es un edificio vetusto, incómodo pero cargado de historia. La madera cruje constantemente y el suelo no es plano pero eso sí "british" por los cuatro costados. Al sonar, como ocurre con la alarma de los coches o de los locales comerciales en nuestro país, uno tiene la tendencia a no hacer caso y esperar a que pare sola. Aquí no. Todo el mundo bajó a la recepción en donde los empleados ya llevaban puesto el chaleco reflectante amarillo para que los ocupantes del hotel supieran a quién dirigirse. ¡Chapeau! En los momentos antes se salir corriendo, escaleras abajo y nunca por el ascensor, uno piensa rápidamente ¿qué me llevo? Y eso es lo que les pregunto ¿qué se llevarían o lo dejarían todo hasta saber el alcance del fuego?
Me cuesta imaginar lo que debió ocurrir por encima de los pisos 80 y 40 de las Torres Gemelas de Nueva York en los que la gente murió sin que sepamos cómo: ¿asfixiados por el humo o por la falta de oxígeno? ¿quemados vivos? ¡Horrible! y aún queda la duda de la causa de su derrumbe.