Parece que la filtración en twitter de una larga lista de teléfonos de periodistas, deportistas y artistas de nuestro país ha creado una cierta alarma social en estos colectivos. Desde primeras horas de la noche de ayer las personas cuyos números estaban en esta lista han comenzado a recibir un ciento de llamadas de amigos y enemigos, de fans y detractores, de gente ociosa que se ha pasado las últimas horas telefoneando a su famoso preferido.
Hace un momento comentaban en televisión que una señora anónima y no perteneciente a la farándula ni ningún tipo de gremio artístico había recibido nada menos que 4.000 llamadas a su móvil. Imagino que serán llamadas perdidas porque difícil seria atenderlas todas. A la pobre señora le habían asignado un número telefónico que antes pertenecía a Isabel Pantoja y ese número era el que aparecía en la lista. Algunos descerebrados fans piensan que vaya suerte que te hayan asignado el número de la señora Pantoja, pero digo yo que suerte...suerte sería que te tocasen varios millones de euros estas Navidades.
Y por ello en estos momentos numerosos teléfonos se encuentran colapsados por la afluencia de llamadas y mensajes, unos para saludar y otros para acordarse de tus ancestros. Y las compañías telefónicas sufren un gran disloque por los numerosos famosos que quieren dar de baja sus ya famosos números, y los también numerosos famosos que quieren dar de alta una nueva línea. A parte de colapsar con las denuncias pertinentes.
La Ley Organica de Proteccion de Datos imagino que tendrá que decir la última palabra por esta vulneración de la intimidad y las molestias consiguientes. Lo cierto es que este tipo de cosas hacen que nuevamente salten las alarmas sobre la impunidad de los que se esconden tras de las redes sociales a la hora de cometer un delito.