No volará jamás,no sentirá en su cuerpo las agradables caricias y el canto del viento,pero a pesar de ello, nunca renunciará a volar.
No es un ser físicamente alado pero vuela,se despoja de su piel, de su cárcel de carne y vuela, porque su única fe, es la que tiene a sus veintiún gramos de nada…a su alma.
No crees en él,pero lamento decirte, que él si cree en sí mismo,por eso jamás se rendirá, jamás renunciará a sus alas,que aunque sólo tatuadas en su alma, lo hacen llegar al Himalaya.