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Albom. Martes con mi viejo profesor.
Publicado el 02 marzo 2012 por Elinquilinodepapel @elinquilinodpapelMartes con mi viejo profesorMitch AlbomEditorial Maeva
Paremos un instante el reloj de nuestra vida. Pensemos ahora en la muerte, en como la guadaña se cierne lentamente sobre nosotros para arrebatarnos la última bocanada de aire...
¿Por qué sigue siendo la muerte un tema tabú en nuestra vida? Seamos sinceros, verdaderamente nacemos para morir, todo el mundo lo sabe, pero ¿por qué nadie se lo cree?, es como si no fuera con nosotros, pero si nos lo creyéramos, realmente haríamos las cosas de otra manera, el mundo tal vez fuera diferente. No es una reflexión mía, aunque la comparto, sino de Morrie Swartz, un profesor de sociología retirado aquejado de una grave enfermedad (ELA) que lo mantiene en constante lucha por arrancarle a la vida esa última bocanada de aire que le permita poder conversar otro martes más con su antiguo alumno Match Albom.
De estas conversaciones nació el libro Martes con mi viejo profesor, una obra profundamente humana, sencilla en su forma pero intensamente asfixiante y certera en su contenido. Las sabias palabras del viejo profesor Morrie llegaran a retumbar con acierto en el interior del lector esperando como mínimo conseguir despertarle del sonambulismo materialista en el que se halla inmersa nuestra actual sociedad.
Así, martes tras martes, seremos fieles a la cita donde alumno y maestro reflexionaran, exploraran e indagaran en los valores más humanos que determinan nuestra existencia. Igualmente, página tras página, seremos testigos del declive de un hombre cuyos huesos se derriten hasta quedar como la cera de una vela encendida, un hombre extenuado que depende de los demás para subsistir, ofreciendo como moneda de cambio un optimismo magistral ante la vida, una fortaleza modélica capaz de deleitar al más excéntrico pesimista.
Un conmovedor ejemplo de sufrimiento encauzado, de como aprender a sufrir para sufrir menos, puesto que probablemente lo que nos destruye como personas no es el sufrimiento en sí mismo, sino lo que nos perdemos por sufrir. Por que solo tal vez cuando te estas muriendo ves toda la verdad...
Escrito por Diego L.G
Esta reseña ha sido publicada en el último número (marzo 2012) de la revista D´Latinos Magazine
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